Vida Moderna
Migraña: estos son los diez alimentos que se deben evitar
Las migrañas tienden a aparecer primero entre los 10 y los 45 años.
La migraña es un tipo de dolor de cabeza que puede ocurrir con síntomas como náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz y al sonido, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que hay una serie de factores que desencadenan la migraña, como, por ejemplo:
- Cambios hormonales en las mujeres. Las fluctuaciones en el estrógeno, que se producen antes o durante los períodos menstruales, el embarazo y la menopausia, parecen desencadenar dolores de cabeza en muchas mujeres. Además, los medicamentos hormonales, como los anticonceptivos orales, también pueden empeorar las migrañas. Sin embargo, algunas mujeres notan que sus migrañas ocurren con menos frecuencia cuando toman estos medicamentos.
- Estrés. El estrés en el trabajo o en casa puede causar migrañas.
- Estímulos sensitivos. Las luces brillantes o parpadeantes, al igual que los sonidos fuertes, pueden provocar migrañas. Los olores fuertes, provenientes de perfumes, disolventes de pintura, el tabaquismo pasivo y otros, desencadenan migrañas en algunas personas.
- Cambios en el sueño. La falta de sueño o dormir demasiado pueden desencadenar migrañas en algunas personas.
- Factores físicos. El esfuerzo físico intenso, incluida la actividad sexual, podría provocar migrañas.
- Cambios climáticos. Un cambio de clima o de presión barométrica puede provocar una migraña.
- Medicamentos. Los anticonceptivos orales y los vasodilatadores, como la nitroglicerina, pueden agravar las migrañas.
- Aditivos alimentarios. Entre ellos se incluyen el edulcorante aspartamo y el conservante glutamato monosódico, que se encuentra en muchos alimentos.
Asimismo, La Razón señaló que existen alimentos que pueden desencadenar migraña, como las bebidas alcohólicas, especialmente el vino, y las bebidas con demasiada cafeína, como el café.
Adicional, otros alimentos que producen migraña son los quesos maduros, el chocolate, la harina refinada, las gaseosas, las carnes rojas, el jarabe de maíz de alta fructuosa, el glutamato monosódico, y edulcorantes artificiales.
Ahora bien, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, puntualizó que en su portal que no existe una cura específica para las jaquecas o migrañas, pero hay cambios en el estilo de vida que pueden ayudar como, por ejemplo:
- Mejores hábitos alimenticios, incluyendo no saltarse comidas y evitar alimentos desencadenantes.
- Control del estrés.
- Perder peso, si se tiene sobrepeso.
Asimismo, los NIH señalaron que los medicamentos de venta libre tales como la aspirina, el ibuprofeno o el acetaminofén pueden ayudar a reducir el dolor.
No obstante, si el dolor de cabeza empeora en 24 horas, si se presenta mala pronunciación, cambios en la visión, problemas para mover los brazos o las piernas, pérdida del equilibrio, confusión o pérdida de la memoria con el dolor de cabeza, si el dolor de cabeza es intenso y solo en un ojo, con presencia de enrojecimiento en dicho ojo, es importante consultar a un médico, ya que en raras ocasiones un dolor de cabeza puede ser un signo de una causa más seria, como:
- Sangrado en la zona entre el cerebro y el tejido delgado que lo cubre (hemorragia subaracnoidea).
- Presión arterial muy alta.
- Infección cerebral como meningitis o encefalitis, o absceso.
- Tumor cerebral.
- Acumulación de líquido dentro del cráneo que lleva a hinchazón cerebral (hidrocefalia).
- Acumulación de presión dentro del cráneo que parece ser un tumor, aunque no lo es (pseudotumor cerebri).
- Intoxicación con monóxido de carbono.
- Falta de oxígeno durante el sueño (apnea del sueño).
- Problemas con los vasos sanguíneos y sangrado en el cerebro, como malformación arteriovenosa (MAV), aneurisma cerebral o accidente cerebrovascular.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.