SALUD
Migraña ocular: cómo detectar los síntomas
El estrés y el cansancio excesivo se incluyen entre los factores que causan este tipo de migraña.
El doctor Jerry Swanson, neurólogo certificado de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, especialista certificado en medicina del dolor de cabeza y profesor de neurología en la Facultad de Medicina de Mayo Clinic, afirma que el término “migraña ocular” puede llegar a ser confuso.
“Generalmente, significa un dolor de cabeza acompañado de cambios en la visión. Pero el término se usa a menudo indistintamente para referirse a dos afecciones diferentes: el aura jaquecosa, que por lo general no es grave, y la migraña retiniana, que podría indicar algo grave”, explica el galeno.
Sobre las auras jaquecosas, explica que se incluyen una variedad de sensaciones que suelen ser visuales, aunque también se pueden presentar otros signos y síntomas que no tienen que ver con la vista, como el entumecimiento, que preceden o acompañan a una migraña. “El aura puede ocurrir a veces sin dolor de cabeza”, afirma el doctor Swanson.
Destellos de luz, patrones de zigzag, puntos ciegos y puntos o estrellas brillantes son algunos de los síntomas que se pueden experimentar en el marco de los síntomas visuales de la aura jaquecosa, los cuales no suelen durar mucho tiempo. Agrega que “un aura jaquecosa que afecta la visión afectará a ambos ojos. (...) Estos síntomas pueden interferir temporalmente en ciertas actividades, como leer o conducir, pero la afección no se considera grave en general”.
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En lo que refiere a la migraña retiniana, también conocida como migraña ocular, señala que es una afección poco frecuente que se presenta en una persona que ha experimentado otros síntomas de migraña. “La migraña retiniana consiste en episodios repetidos de visión disminuida o ceguera de corta duración. Estos episodios pueden preceder o acompañar a un dolor de cabeza”, destaca el galeno de Mayo Clinic.
Hay un factor diferencial entre la aura jaquecosa y la migraña ocular: mientras que la primera afecta a dos ojos, la migraña retiniana solo afecta a uno. “Normalmente, la pérdida de visión en un ojo no está relacionada con la migraña. En general, es causada por alguna otra afección más grave”, describe el neurólogo, advirtiendo a la vez que conviene visitar al médico tan pronto como sea posible si se pierde la visión en un ojo.
La Clínica Baviera, una institución médica especializada en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de todo tipo de trastornos visuales, con sede en España, Alemania, Austria e Italia, explica que los principales síntomas de las migrañas oculares “son síntomas visuales aunque también se pueden producir otros indicios”. Entre los que se incluyen:
- Pérdida de visión que solo afecta a un ojo.
- Dolor ocular.
- Visión doble (diplopía) o visión borrosa.
- Dolores de cabeza de inicio rápido fluctuantes que pueden afectar solo a un lado del cráneo. Este dolor suele aumentar al realizar esfuerzos y pulsa en intensidad.
- Sensibilidad inusual al sonido o a la luz.
- Náuseas y vómitos.
La clínica europea indica que la mejor forma de prevenir este tipo de migraña “es que cada persona, en función de su experiencia personal, trate de evitar los factores desencadenantes de sus crisis si es que se conocen”.
El estrés y el cansancio excesivo se incluyen entre los factores en mención, así como también hay otra serie de hábitos y sustancias que pueden provocar la migraña. El centro médico explica que los factores más comunes son el tabaco, el alcohol y ciertos alimentos que pueden implicar una mayor excitación en el organismo, como pueden ser el café o el chocolate.
“De hecho, uno de los factores que habrá que tener más en cuenta para su prevención es que sea el propio paciente quien identifique qué posibles estímulos se han dado en las horas previas a la aparición de un episodio de migraña o jaqueca oftálmica”, afirma la Clínica Baviera. Destaca que lo anterior cobra relevancia en la medida que, si son factores que se han repetido en diversas ocasiones, pueden marcar un patrón común que le permitirá al paciente “evitar, en la medida de lo posible, los factores desencadenantes”.