Miomas: ¿es posible tratarlos naturalmente y sin cirugías?

Los miomas son masas tumorales con características benignas que se forman en el cuerpo del útero. En algunas mujeres no causan molestias, pero en otras pueden generar complicaciones de salud.

Información del Grupo Sanitas indica que más del 30 % de las mujeres con este padecimiento sufre alteraciones de la menstruación, sangrados irregulares, dolor pélvico, presión e hinchazón en la parte baja del abdomen, lumbalgia y calambres, entre otros síntomas.

Estos miomas, llamados también fibromas uterinos, son el tipo más común de tumor benigno en las mujeres en edad reproductiva y en algunos casos pueden causar la infertilidad, dependiendo de su tamaño y ubicación.

Se trata de un padecimiento que afecta con más frecuencia a mujeres que padecen obesidad, sufren hipertensión o tienen antecedentes antecedentes familiares de esa enfermedad.

Según el portal especializado MedlinePlus, este tipo de miomas son muy comunes, al punto de que una de cada cinco mujeres puede tenerlos durante sus años de fertilidad. Si bien no hay evidencia científica que indique exactamente qué los causa, los investigadores creen que son ocasionados por hormonas del cuerpo y genes hereditarios.

Los miomas uterinos pueden ser tan diminutos que se necesita un microscopio para verlos, pero también pueden alcanzar un gran tamaño y es en ese momento que es posible que se tenga que intervenir quirúrgicamente. Sin embargo, los expertos coinciden en que lo ideal es evitar al máximo las intervenciones invasivas.

Los tratamientos para controlar estas masas pueden ser variados, dependiendo de sus características. Por ejemplo, pueden tratarse con medicamentos que están dirigidos a las hormonas que regulan el ciclo menstrual y sirven para hacerle frente a síntomas como sangrado menstrual abundante y presión pélvica. No eliminan a los miomas, pero pueden reducir su tamaño.

Otra de las formas de aliviar las molestias es con analgésicos de venta libre, los cuales se utilizan para reducir el dolor. Entre las opciones más comunes están el ibuprofeno (Advil), naproxeno (Aleve) o el paracetamol (Tylenol). Los expertos recomiendan que para aliviar los periodos dolorosos, la persona pruebe empezando a tomar estas medicinas uno a dos días antes de que comience el periodo.

El médico también puede formular suplementos de hierro para prevenir o tratar la anemia que se puede generar como consecuencia de los periodos abundantes. El estreñimiento y la diarrea son comunes con estos suplementos. Si el estreñimiento se convierte en un problema adicional, se debe consultar con el especialista.

Posibles cirugías

Dependiendo de las condiciones del mioma es probable que se deba recurrir a algún tipo de cirugía. Dentro de las posibilidades está la miomectomía por laparoscopia, una alternativa de poca invasión, en la que la recuperación es más rápida y sencilla.

También está la laparotomía o cirugía abierta, en donde se extraen los miomas y se preserva el útero, por lo que no afecta la capacidad de la mujer para quedar embarazada y la embolización de las arterias uterinas, que consiste en interrumpir el flujo sanguíneo de las arterias que alimentan los miomas, lo que detiene las hemorragias y reduce el tamaño de los miomas.

Otra opción terapéutica es un tratamiento con radiofrecuencia. Con este proceso de puede destruir el mioma desde fuera con unas agujas especiales y en muy poco tiempo.

Cuidados caseros

Según el portal Cuerpomente.com, para controlar los miomas de forma natural es aconsejable eliminar los alimentos que aumenten ese predominio estrogénico, como carnes y lácteos, y otros con un índice glucémico alto como es el caso de los pasteles, ya que elevan las concentraciones de insulina y favorecen el crecimiento de los miomas.

También se deben evitar los alimentos con colorantes, saborizantes y conservantes artificiales y las margarinas u otras fuentes de ácidos grasos trans, poco saludables. La alimentación natural, sin aditivos, es lo aconsejable.

Lo ideal es incluir en la dieta semillas y frutos secos sin tostar como la linaza, semillas de calabaza, girasol, cáñamo y nueces, además de verduras como el brócoli, repollo y coliflor. Según los expertos, también es recomendable el consumo de legumbres, entre ellas, los guisantes y las lentejas.

En cuanto al ejercicio, caminar, correr y nadar son actividades que ayudan a equilibrar las hormonas, al igual que el entrenamiento con pesas. El ejercicio también ayuda a mejorar la circulación y activa los analgésicos naturales del cuerpo, denominados endorfinas.

Cuando una persona tiene miomas y presenta síntomas puede aplicar una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica en la parte inferior del estómago. Esto puede activar la circulación y relajar los músculos. Los baños calientes también pueden ayudar a aliviar el dolor.