VIDA MODERNA

¿Mito o realidad? ¿Es malo para la salud comer antes de dormir?, esto dice la ciencia

Ahora que muchas personas se encuentran en casa, llevar un orden en las comidas, sobre todo antes de dormir, es indispensable para tener una buena salud física y mental.

8 de abril de 2021
Una persona que sube un piso de escaleras gasta 3,5 calorías, la misma energía que resulta de comer una pepita de M&M, dice el autor.
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El sueño es una de las fuentes de reparación después de una jornada larga y la comida es esa fuente de energía para responder a las necesidades y labores cotidianas; sin embargo, muchas personas se preguntan si mezclar una buena comida con la hora de dormir es realmente una buena o mala idea.

Según los expertos, lo más recomendable es que el momento de la cena sea dos horas antes de irse a dormir, así el cuerpo podrá concentrarse en un sueño reparador, en lugar de estar trabajando en los carbohidratos y metabolizando grasas.

La comida chatarra no suele aportar valor nutricional, pero sí suma calorías, azúcar, sal y grasa saturada, entre otras. AFP | Foto: AFP

Un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que se realizó en Roma, analizó con más de 700 adultos el vínculo entre la hora en que se consumen los alimentos y su efecto en el organismo.

Dicho trabajo encontró que consumir alimentos tarde en la noche tiene un impacto significativo en la presión arterial del individuo, ya que durante la noche ocurre un proceso fisiológico normal que es el descenso de la presión arterial.

Sin embargo, el estudio encontró que un 24,2 % de los participantes que habían comido dentro de las dos horas antes de acostarse no había mostrado un descenso adecuado de la presión sanguínea.

Según los expertos, consumir alimentos antes de irse a acostar produce que el organismo permanezca en un estado de “alta alerta”, lo cual estimula la producción de hormonas del estrés, como la adrenalina, y también pueden alterar los ritmos circadianos.

La doctora Ebru Ozpelit, profesora de cardiología de la Universidad de Dokuz Eylul, en Izmir, Turquía, quien fue la encargada de presentar el estudio, afirmó que los resultados sugieren que la hora en la que la gente come es tan importante como los alimentos que ingiere.

Pescados, mariscos, frutas y verduras, evitan el declive del cerebro, en tanto que azúcares y comida chatarra lo envenenan.
Pescados, mariscos, frutas y verduras evitan el declive del cerebro, en tanto que azúcares y comida chatarra lo envenenan. Foto: Getty Images | Foto: Getty Images

Ozpelit dijo que la vida moderna está alentando “hábitos de alimentación erráticos”, como saltarse el desayuno y comer cada vez más tarde, que se están volviendo cada vez más prevalentes y pueden causar daños a lo largo del tiempo. “Debemos definir la frecuencia ideal y la hora de los alimentos”, señaló Ozpelit.

Reflujo

Según la doctora Sandra Hirsch, experta en nutrición humana del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile, uno de los problemas más molestos que pueden sentir las personas son los síntomas de reflujo.

Este es causado por comer cerca de la hora de dormir, ya que los alimentos o contenidos estomacales retroceden desde el estómago hacia el esófago, lo cual puede irritarlo y causar acidez gástrica, indigestión, náuseas, entre otros síntomas que ocasionan -entre otras cosas- dificultad para conciliar el sueño.

“Si uno come y se acuesta, no alcanza a vaciar el estómago, por lo tanto queda el estómago lleno, y si la válvula gastroesofágica está alterada, la comida va a subir”, indicó. Además, recomendó que aquellas personas que ya tengan este problema no consuman alimentos que retarden el vaciamiento gástrico, como las grasas.

De hecho, de acuerdo con un artículo publicado en el diario estadounidense The New York Times en 2015, el doctor Jamie Koufman, médico especializado en trastornos de reflujo, indicó que “el reflujo puede llevar a cáncer de esófago, que se ha incrementado en 500 % desde los 1970”.

Afirmó que la causa de estas “inquietantes tendencias” puede ser una mala dieta, así como mucho consumo de azúcar, grasa y alimentos procesados.

Obesidad

Otro de los problemas más comunes y graves de comer antes de dormir es la obesidad, pues con las jornadas largas de trabajo o quehaceres, las personas se acostumbraron a alimentarse a cualquier hora del día sin tener un control sobre ello, ocasionando que las comidas nocturnas sean de gran cantidad y cercanas a la hora de dormir.

“Cuando uno come, se desarrolla toda una serie de procesos metabólicos. Se liberan hormonas en el proceso de absorción de alimentos. Por lo tanto, si yo como y me acuesto, esos mecanismos hormonales pueden tener impactos negativos en el organismo”, señaló para BBC la experta en nutrición Hirsch.

La experta aseguró que “comer tarde en la noche puede inhibir la degradación de la grasa en el organismo, que es un proceso habitual durante la noche, y esto puede llevar a que una persona que está tratando de bajar de peso tenga mucho más trabajo en bajarlo”.

Lo más importante que podrían tener en cuenta las personas es tener un orden en la hora del desayuno, el almuerzo y la cena, ya que algunas proteínas, combinadas con la lecha, café o té serán mejor procesadas durante el día que en la noche.

Con información de BBC