VIDA MODERNA
Morderse las uñas: ¿por qué es peligroso y cómo dejar de hacerlo?
Este hábito puede alterar de manera significativa el buen estado de la salud.
Morderse las uñas es un hábito que no resulta extraño para la mayoría de las personas. En la ficción, por ejemplo, retratan a los personajes comiéndose las uñas a causa de los nervios o el estrés.
Pese a que parezca una práctica inofensiva, lo cierto es que se trata de una manía que puede desencadenar distintas afecciones que alteren el buen estado de la salud.
De acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Interna, a este hábito también se le conoce como onicofagia, una enfermedad que puede ser producida por causas emocionales o conductuales, y que en ocasiones requiere del tratamiento de un profesional para ser corregida.
“Con frecuencia ocasiona otros trastornos o conductas compulsivas, como la tricotilomania y tricofagia, consistente en arrancarse y comerse el cabello o la mucomanía, que consiste en comerse secreciones o mocos”, señalan desde la entidad.
¿Cuáles son los riesgos de este hábito para la salud?
Según explica Mayo Clinic, no existen consecuencias graves asociadas a la onicofagia, pero sí es considerada una práctica poco higiénica que puede favorecer la adquisición de bacterias o virus, debido a que llevan constantemente las manos -que han estado expuestas a distintos materiales a lo largo del día- a la boca.
“Mientras el lecho de la uña permanezca intacto, no es probable que el hecho de comerse las uñas interfiera en el crecimiento de las uñas de las manos”, precisan desde la institución, asegurando que tampoco se presentan mayores daños a la estructura de la uña.
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Lo anterior no significa que no existan algunos riesgos asociados a comerse las uñas, por ello listan diversas posibles consecuencias, que son una razón válida para dejar este hábito atrás. De acuerdo con Mayo Clinic, entre los peligros de comerse las uñas se encuentran:
- Deteriorar la piel alrededor de la uña e incrementar el riesgo de infección.
- Aumentar el riesgo de resfriados y otras infecciones al propagar los gérmenes de los dedos a la boca.
- Dañar los dientes, generando huecos o astillándolos.
¿Cómo dejar este hábito?
De acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Interna, la manera ideal para corregir esta afección es acercarse a un consultorio médico y recibir el diagnóstico adecuado, puesto que este problema puede ser originado por diversos factores que pueden incidir en su tratamiento.
“En ocasiones un psicólogo nos ayudará a superar la ansiedad, u otros problemas, a mejorar la autoestima, y eliminar el sentimiento de culpa que el afecto pueda tener. O también las conductas compulsivas. A veces los adultos se pasan al tabaco o al chicle y abandonan ese hábito”, explican.
El portal sobre salud y nutrición Salud 180 entrega algunas recomendaciones para dejar atrás este hábito. En primer lugar, aconsejan mantener las uñas bien arregladas, esto no necesariamente implica que deben estar pintadas o con un diseño atractivo, simplemente se deben mantener bien cortadas y limpias.
Otro tip que puede ayudar es llevar prendas que cubran las uñas, como los guantes, inclusive protegerlas con vendajes.
Hoy en día existen diversos productos en el mercado que pueden ser aliados para mejorar este hábito. Por ello, Salud 180, recomienda conseguir un esmalte con sabor amargo y aplicarlo sobre las uñas, puesto que estos productos están diseñados para que generen incomodidad y molestia en la boca, debido a su desagradable sabor. De esta forma, la persona se abstiene de morder las uñas.
Asimismo, concuerda con la recomendación de la Sociedad Española de Medicina Interna en que la medida más adecuada es identificar la causa que desencadena este hábito, una tarea en la que pueden ayudar los profesionales de la salud.
Tenga en cuenta que ante cualquier afección de salud, acudir al médico y recibir el acompañamiento particular es importante para garantizar el bienestar físico y emocional.