SALUD
Moringa: cómo utilizarla correctamente y recomendaciones
Gracias a las propiedades de la moringa, hay quienes hablan de ella como la planta milagrosa.
Aunque para muchos el nombre no es muy familiar, para muchas familias, por el contrario, la moringa ha sido una de las plantas medicinales más utilizadas para tratar algunas afecciones, siendo los síntomas de la gripa uno de los más comunes.
De este árbol, que procede de zonas tropicales y que en inglés se denomina drumstick, debido a que sus frutos se asimilan mucho a la forma de las baquetas con las que se toca el tambor, se aprovechan las hojas, las flores, el fruto, las semillas e incluso las raíces.
Al respecto de sus propiedades, el doctor Mark Olson, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que la moringa pertenece a un grupo grande de plantas que se incluye en la familia de las coles o el brócoli, familia de alimentos que se ha estudiado “muy bien”, así como sus beneficios, pues tiene las más altas concentraciones de propiedades reactivas biológicamente.
“Lo que ofrece la moringa en sus hojas es proteína. Cada una contiene 30 % de proteína y esta tiene mucho calcio, vitamina A y se utiliza en programas para evitar ceguera infantil”, destacó Olson.
Lo más leído
Asimismo, el la publicación ‘Nutritive Value of Indian Foods’ del nutricionista Coluthur Gopalan, se explica que este árbol tiene más vitamina C que los cítricos, más vitamina A que las zanahorias y una gran cantidad de antioxidantes y aminoácidos esenciales.
Bajo este contexto, esta planta natural posee diversas propiedades que aportan beneficios para la salud y, según estudios, se puede utilizar para:
· Aumentar la capacidad respiratoria y con ello combatir enfermedades como el asma.
· Prevenir la diabetes. La moringa posee propiedades que ayudan a regular el estrés oxidativo, el cual reduce los niveles de azúcar en la sangre, mejorando la protección contra el daño celular.
· Calmar el dolor y desinflamar. Posee efecto antiinflamatorio y analgésico, ya que contiene quercetina, isotiocianatos y ácido clorogénico, sustancias que ayudan a disminuir el proceso inflamatorio, dando un alivio a los síntomas de enfermedades conocidas como el reumatismo, la artrosis o la inflamación de la próstata.
· Proteger el corazón, evitando la absorción de colesterol en el intestino y la formación de placas de grasa en las arterias, lo que ayuda a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
· Ayudar en la pérdida de peso por su alto contenido de fibras y una elevada cantidad de proteínas que ayudan a aumentar la sensación de saciedad.
El doctor Olson dijo que “desde el punto de vista nutritivo no existe un producto comercial congruente con lo que realmente ofrece la planta. Su valor nutritivo está ampliamente comprobado”.
Y añadió que “en cuanto a su valor en el tratamiento de cáncer, diabetes e hipertensión en humanos aún no existe respaldo de pruebas clínicas”.
Con respecto a los modos de uso de esta planta en la alimentación, sus hojas se pueden utilizar tanto en guisos como en ensaladas. También es común que las hojas se incluyan en las recetas a modo de condimento gracias a que aportan un ligero sabor picante al cocinarse con las preparaciones.
Una de las formas más populares de tomar esta planta es como infusión o té, normalmente acompañado con un poco de azúcar o miel.
Pese a sus beneficios y como cualquier otro remedio medicinal, es recomendable que antes de incluir la moringa dentro de la dieta con propósitos medicinales, se consulte con un experto o nutricionista la viabilidad de la misma, teniendo en cuenta que cada organismo es distinto y algunas enfermedades requieren tratamientos mucho más rigurosos.