Cada vez más niños con enfermedades de adultos

Niños y adolescentes se están convirtiendo en una población vulnerable a sufrir de enfermedades comunes en adultos de mediana edad. La acumulación de prácticas nocivas como el sedentarismo y la mala alimentación en los jóvenes tiene a la comunidad médica con las alarmas encendidas.

Lo que más preocupa es que afecciones como presión arterial alta, índices de colesterol elevado o problemas metabólicos están perjudicando la calidad de vida de población cada vez más jóven. Todas estas, problemáticas incentivadas por una mala dieta y, sobre todo, por actividad física deficiente.

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Así lo demuestra una investigación publicada por el Centro de Estudios en Medición de la Actividad Física (CEMA) de la Universidad del Rosario, que explica que un porcentaje significativo de niños en el país no cuenta con los valores de fuerza que se puedan consideran saludables y esto puede derivar en manifestaciones tempranas de riesgo cardiovascular.

El médico Jorge Correa, director del estudio, explica que encontraron que el 11% de los niños presentaron cinco condiciones del síndrome metabólico, patología característica de los adultos de edad media. “Esto demuestra que los jóvenes no se están moviendo lo suficiente y preocupa porque si no tenemos niños activos, tendremos adultos enfermos”, dice. El estudio se realizó con 11.000 niños, con edades entre los 12 y 17 años en Bogotá.

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Las cifras preocupan. Según datos de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional, en Colombia 1 de cada 6 niños y adolescentes presenta obesidad o sobrepeso. “Está evidenciado que los niños con sobrepeso empiezan a sufrir de hipertensión, puede aparecer diabetes tipo 2 y a largo plazo, desarrollar problemas coronarios”, explica la nutricionista infantil Luz Hidalgo.

Pero no solo esto, Correa explica que los niños con marcadores de riesgo cardiovascular tienen problemas de aprendizaje, son niños a quienes les cuesta socializar, se vuelven irritables y víctimas fáciles del bullying.

No hay que olvidar que lo que está en juego es la salud de los futuros colombianos y por eso la clave “promover hábitos saludables para que los jóvenes cultiven una buena condición física, que se traduce en tres aspectos: una óptima capacidad cardiorrespiratoria, fuerza y flexibilidad”, explica Correa.

Para lograrlo, es urgente incentivar la actividad física en niños y adolescentes, así como mejorar las rutinas alimenticias. “Modificar los hábitos no es fácil, pero es más sencillo hacerlo en los niños”, afirma Hidalgo. La recomendación es promover una dieta balanceada, que cuente con alimentos de todos los grupos y prescinda de alimentos industrializados altos en azúcar.

En cuanto al ejercicio, hay que tener en cuenta que, como explica Correa, en chicos de 7 a 17 años, es necesario que realicen actividad física de 60 minutos al día. En niños de 6 años, la recomendación es actividad física de 180 minutos diarios, en los que se pueden incluir tareas como saltar o trepar.

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También, es importante que los mismos padres no promuevan hábitos sedentarios y restrinjan el tiempo de sus hijos frente a las pantallas de celulares, computadores y televisores. Que los fines de semana acudan juntos a la ciclovía o planeen actividades deportivas para convertir al ejercicio en un hábito. “Se necesita de un trabajo intersectorial para promover la práctica regular de algún deporte y donde se le de más horas a la actividad física en los colegios”, aconseja Correa.