Sin sexo no hay salud

No tener sexo suena aburrido y triste, pero a pocos se les pasaría por la cabeza que pueda poner en peligro la salud. La semana pasada, sin embargo, científicos de la Universidad de Anglia Ruskin, en Gran Bretaña, demostraron que las personas que viven así estarían en riesgo de enfermarse. La falta de sexo, sobre todo después de los cincuenta, aumenta en más de dos tercios la probabilidad de sufrir enfermedades graves. Así lo concluyeron en su estudio, en el que analizaron a 5.700 mujeres y hombres en Inglaterra a punto de cumplir medio siglo de vida.

Según la investigación, las mujeres tienen 64 por ciento más probabilidades de reportar molestias y enfermedades, aunque ninguna muy grave. Los hombres llevan la peor parte, pues los que presentaron menos interés en la actividad sexual tuvieron 69 por ciento más posibilidades de sufrir cáncer y 41 por ciento más riesgo de desarrollar una enfermedad crónica.

Los científicos analizaron la salud de los participantes y su actividad sexual durante cuatro años. El trabajo, publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, mostró que quienes mantienen una actividad sexual alta tienen apenas 15 por ciento más probabilidades de desarrollar artritis o diabetes en los siguientes cuatro años. En contraste, este tipo de enfermedades aparecieron por lo general entre los hombres con baja libido: uno de cada cinco fue diagnosticado con una enfermedad que lo había afectado de modo significativo durante un tiempo. En el caso del cáncer, ellos tuvieron 6,7 por ciento más riesgo de desarrollarlo, mientras que quienes mantuvieron su actividad sexual solo tuvieron 4,3 por ciento de riesgo.

Los expertos no saben cómo funciona con exactitud esa relación entre sexo y salud. Pero los autores del estudio afirman que se debe, en parte, a que el sexo es una actividad física, y todo ejercicio, incluido este, viene con sus beneficios para la salud. “Es importante recordar eso. Aun si el sexo es actividad física de intensidad moderada, calculamos que equivale a quemar 3,6 calorías por minuto”, dice Lee Smith, autor principal del trabajo. Según Smith, una persona de 50 años podría perder 85 calorías en una sesión de sexo. Además de eso, durante la relación sexual el cuerpo libera endorfinas que robustecen el sistema inmunológico.

A pesar de lo anterior, los expertos creen que la falta de sexo no solo pone al individuo en terreno fértil para muchos padecimientos, sino que también puede ser una señal de alarma de que ya están enfermos. Por ejemplo, aquellos hombres con disfunción eréctil tendrían un síntoma claro de que algo va mal con su salud cardiovascular y necesitan atenderla de inmediato para evitar problemas mayores. Cuando la fatiga es la causa, podría ser una alerta de

Beneficios de tener relaciones sexuales

Tener sexo dos veces por semana aumenta el nivel de un anticuerpo conocido como inmunoglobulina A, o IgA, el cual protege el organismo de algunos virus como el de la gripa. Las personas con esta frecuencia sexual tienen 30 por ciento más IgA.

Un estudio presentado por científicos australianos mostró que la gente que disfruta de tres orgasmos a la semana tiene 50 por ciento menos probabilidades de morir. Muchos creen que esto se debe a que durante el clímax sexual las personas segregan en todo el cuerpo la hormona DHEA, también conocida como la del antienvejecimiento. Después de un orgasmo hay cinco veces más de esta hormona en la sangre.

Hacer el amor es ante todo un ejercicio físico y, por eso, es excelente para evitar que se deterioren los músculos que sostienen el piso pélvico en las mujeres de 50. Estos músculos se debilitan con los embarazos y con la menopausia. El sexo los fortalece.

El sexo previene los ataques al corazón y los derrames y no lo contrario, como muchos creen. Según un estudio de la Universidad de Queen, en Belfast, practicarlo tres veces a la semana reduce a la mitad ese riesgo. Las mujeres que sienten dos orgasmos semanales tienen 30 por ciento menos riesgo de enfermedad coronaria, según otro estudio hecho por científicos de Israel.

 Según dos trabajos publicados en Escocia y Estados Unidos, quienes permanecen activos sexualmente tienen mayor capacidad de lidiar con el estrés. Además, las caricias previas ayudan a bajar los niveles de cortisol. Esto hace que la presión arterial no se afecte por las tensiones diarias.

 Como cualquier ejercicio, el sexo libera sustancias, como la serotonina, que producen satisfacción y bienestar. La serotonina es la hormona que hace a la gente reír y sentirse feliz. Tal vez por esto, los estudios han encontrado que quienes mantienen su vida sexual tienen menos depresión.