Vida Moderna
Ojo: dormir con luz tenue aumenta el riesgo de diabetes e hipertensión
De acuerdo con varios estudios, el uso de fuentes de iluminación artificial también puede interrumpir el sueño y los ciclos de renovación celular.
Para muchas personas, dormir con la luz prendida puede ser molesto porque puede interrumpir el suelo y los ciclos de renovación celular, pero para otras personas esto suele ser un hábito normal al que no le ven mayor inconveniente.
Sin embargo, la ciencia ha demostrado que dormir con la luz prendida durante la noche no es una habito nada saludable. De hecho, el portal web Infobae destaca una investigación realizada por científicos norteamericanos en la que se demuestran los efectos negativos de dormir con la luz prendida. Los investigadores confirmaron en primer lugar que la luz tenue puede interrumpir el suelo, pero a su vez puede aumentar el riesgo de padecer problemas graves de salud, especialmente en los adultos mayores.
Entre tanto, la autoria pronicpal del estudio publicado en la revista Sleep (Oxford Academic), Phyllis Zee, jefa de medicina del sueño en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago (Estados Unidos) explicó que “la exposición a cualquier cantidad de luz durante el período de sueño se correlacionó con una mayor prevalencia de diabetes, obesidad e hipertensión tanto en hombres como en mujeres mayores (...) las personas deberían hacer todo lo posible para evitar o minimizar la cantidad de luz a la que están expuestas durante el sueño”.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que la ciencia demuestra e impacto negativo de la luz mientras se duerme. Un estudio que anticipó Infobae, los expertos evaluaron el papel de la luz en el sueño de adultos sanos de 20 años. Como resultado, se demostró que dormir una sola noche con la luz tenue, como la que emite un televisor sin sonido, elevó el azúcar en la sangre y el ritmo cardiaco durante en el experimento.
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Ante estos resultados, Minjee Kim, coautora del trabajo, profesora asistente de neurología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, señaló que el estudio se centró en personas mayores, que “ya tenían un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares, y como objetivo se pretendía advertir si había una diferencia en las frecuencias de estas enfermedades relacionadas con la exposición a la luz durante la noche”.
Consejos para obtener una noche de sueño reparador
Para los expertos, una de las mejores estrategias para reducir los niveles de luz durante la noche es alejar la cama de las ventanas y usar cortinas que bloqueen la luz. Pero a su vez listaron otras recomendaciones importantes para tener un sueño reparador:
- No cargar computadoras portátiles y teléfonos celulares en la habitación
- Usar un antifaz para dormir y así proteger los ojos.
- No encender las luces si no es primordial. Zee aconseja que “si lo hace, manténgalas lo más tenues posible e iluminados solo por breves períodos”.
- En el caso de los adultos mayores, muchas veces deben levantar en la noche para ir al baño por distintos problemas de salud o efectos secundarios de medicamentos que consumen. Por ello, Zee señala que “aconsejar a ese grupo de edad que lo hagan sin luces podría ponerlos en riesgo de caerse”. Incluso, “considere usar luces nocturnas colocadas muy cerca del suelo y elija luces con un color ámbar o rojo. Ese espectro de luz tiene una longitud de onda más larga y es menos intrusivo y perjudicial para nuestro ritmo circadiano, o reloj biológico, que las longitudes de onda más cortas, como la luz azul”.
Además de estos consejos, también es importante seguir estas recomendaciones:
- Espaciar las salidas nocturnas y no cambiar el horario de sueño completamente de manera rutinaria. Aunque algunos días se trasnoche, lo mejor es intentar mantener un buen horario de sueño la mayor parte de los días.
- Evitar siestas muy largas. En esta época es normal relajarse y contar con más tiempo para descansar, pero dormir durante el día dificultará la conciliación y la calidad de sueño de noche.
- No cenar alimentos pesados y no acostarse inmediatamente después de la ingesta.