VIDA MODERNA
Ojo: el consumo de este alimento se relaciona con enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardíacas son la primera causa de muerte en el mundo.
Los profesionales de la salud, por lo general, hacen dos tipos de recomendaciones para tener una mejor calidad de vida y prevenir todo tipo de enfermedades; entre ellas, se encuentra alimentarse de manera sana y equilibrada, evitando productos con niveles elevados de grasa y azúcar. Este buen hábito debe ir de la mano de la práctica de actividad física frecuente; como mínimo hay que realizar deporte tres veces a la semana durante 30 minutos consecutivos.
Una de las enfermedades más frecuentes en los adultos mayores son las que están relacionadas con el funcionamiento adecuado del corazón. El portal de salud y medicina Medlineplus menciona que estas patologías son la principal causa de muerte en los Estados Unidos.
Hay un sinfín de enfermedades que afectan a este órgano; sin embargo, la más común surge cuando las arterias se bloquean, debido al exceso de grasa presente en la sangre, lo que impide que este líquido rojo circule de manera adecuada y llegue al corazón. Este inconveniente de salud se presenta cuando el paciente tiene los niveles de colesterol y triglicéridos elevados; es la principal causa por la cual las personas sufren de un infarto.
El consumo de carne puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades coronarias
Las sustancias químicas producidas en el tracto digestivo por los microbios intestinales después de comer carne roja explican parte del mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) asociado al consumo de este alimento, según una nueva investigación publicada en la revista científica Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology.
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En todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte. Aunque el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, incluidos el infarto y el ictus, aumenta con la edad, otros factores de riesgo están influidos por el estilo de vida.
Los hábitos que mejoran la salud cardiovascular incluyen el consumo de alimentos saludables, especialmente frutas y verduras; la actividad física regular; dormir lo suficiente; mantener un peso corporal saludable; dejar de fumar, así como controlar la presión arterial alta, el colesterol alto y el azúcar en sangre.
“La mayor parte de la atención prestada a la ingesta de carne roja y a la salud se ha centrado en las grasas saturadas de la dieta y en los niveles de colesterol en la sangre. Basándonos en nuestros hallazgos, las intervenciones novedosas pueden ser útiles para dirigir las interacciones entre la carne roja y el microbioma intestina,l para ayudarnos a encontrar formas de reducir el riesgo cardiovascular”, afirmó la coautora del estudio, la doctora Meng Wang, becaria postdoctoral de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Universidad Tufts de Boston.
Investigaciones anteriores han descubierto que ciertos metabolitos (subproductos químicos de la digestión de los alimentos) están asociados a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Uno de estos metabolitos es el TMAO, o N-óxido de trimetilamina, que producen las bacterias intestinales para digerir la carne roja que contiene altas cantidades de la sustancia química L-carnitina.
Para entender estas cuestiones, los investigadores que realizaron este estudio midieron los niveles de los metabolitos en muestras de sangre. También examinaron si el azúcar presente en este líquido rojo, la inflamación, la presión arterial y el colesterol pueden explicar el elevado riesgo cardiovascular asociado al consumo de carne roja.
Los participantes del estudio fueron casi 4.000 de los 5.888 adultos reclutados inicialmente entre 1989 y 1990 para el Estudio de Salud Cardiovascular de Estados Unidos. Los participantes seleccionados estaban libres de enfermedades cardiovasculares clínicas en el momento de la inscripción.
La edad media de los participantes era de 73 años, casi dos tercios de los participantes eran mujeres y el 88 % de los participantes se identificaban como blancos. La mediana del tiempo de seguimiento de los participantes fue de 12,5 años, y de hasta 26 años en algunos casos.
En las citas de seguimiento se evaluaron los antecedentes médicos, el estilo de vida, las condiciones de salud y las características sociodemográficas de los participantes, como los ingresos familiares, la educación y la edad.
Para los análisis, los investigadores compararon el riesgo de enfermedad cardiovascular entre los participantes que comían diferentes cantidades de alimentos de origen animal (es decir, carne roja, carne procesada, pescado, pollo y huevos).
Los científicos descubrieron que comer más carne, especialmente carne roja y procesada, estaba relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica: un 22 % más de riesgo por cada 1,1 ración al día.
Según los autores, el aumento de la TMAO y los metabolitos relacionados encontrados en la sangre explicaban aproximadamente una décima parte de este riesgo elevado. También señalaron que el azúcar en sangre y las vías generales de inflamación explican los vínculos entre el consumo de carne roja y las enfermedades cardiovasculares.
*Con información de Europa Press.