Vida moderna

Ojo: estos son los síntomas de insuficiencia de calcio en el organismo

La falta de calcio incrementa el riesgo de desarrollar osteoporosis.

6 de octubre de 2022
Productos lácteos
Los productos lácteos son de los alimentos que más le aportan calcio al organismo. | Foto: Getty Images

El calcio es un mineral muy importante para el funcionamiento y buen desarrollo del cuerpo humano. “El cuerpo necesita calcio para desarrollar y mantener los huesos fuertes. El corazón, los músculos y los nervios también necesitan calcio para funcionar correctamente”, explican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

La cantidad de calcio que necesita cada individuo depende del sexo y de la edad que tenga. Así lo indican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

  • Bebés hasta los 6 meses: 200 mg
  • Bebés de 7 a 12 meses: 260 mg
  • Niños de 1 a 3 años: 700 mg
  • Niños de 4 a 8 años: 1.000 mg
  • Niños de 9 a 13 años: 1.300 mg
  • Adolescentes de 14 a 18 años: 1.300 mg
  • Adultos de 19 a 50 años: 1.000 mg
  • Hombres adultos de 51 a 70 años: 1.000 mg
  • Mujeres adultas de 51 a 70 años: 1.200 mg
  • Adultos mayores de 71 años: 1.200 mg
  • Adolescentes embarazadas y en período de lactancia: 1.300 mg
  • Adultas embarazadas y en período de lactancia: 1.000 mg

Según indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, hay personas que tienen niveles bajos de calcio y no presentan síntomas. Sin embargo, esta afección puede identificarse por los siguientes:

  • Piel seca, pelo grueso y uñas que se rompen fácilmente (después de un periodo largo de niveles bajos).
  • Calambres musculares, espasmos y rigidez.
  • Hormigueo en los labios, la lengua, los dedos o los pies
  • Arritmia.

En caso de sospechar de estos síntomas se debe acudir a un doctor para realizar exámenes y verificar si hay deficiencia de este mineral. “Una prueba de calcio total es la prueba de calcio en la sangre más común. Frecuentemente es parte de un panel metabólico básico y un panel metabólico completo, los cuales son exámenes de rutina”, explica Medline Plus.

Los niveles bajos de calcio no indican obligatoriamente que se tiene una enfermedad. En algunos casos solo se debe a una dieta baja en este nutriente o es el resultado del uso de algunos medicamentos. Asimismo, puede ser causado por factores como:

  • Niveles bajos de proteínas, el cual puede ser causado por enfermedad del hígado o malnutrición.
  • Glándulas paratiroides hipoactivas (hipoparatiroidismo), una afección en la que las glándulas paratiroideas producen muy poca hormona paratiroidea.
  • Muy poca vitamina D o magnesio.
  • Pancreatitis.
  • Enfermedad de los riñones.

Osteoporosis

El calcio es uno de los minerales más importante para los huesos, es vital para la formación y renovación ósea. Cuando el organismo no recibe calcio y vitamina D, que ayuda a la fijación de los huesos y a mantener su densidad, se pierde masa ósea, lo que puede provocar desarrollar osteoporosis, explica la entidad de salud Sanitas.

Esta enfermedad debilita y adelgaza los huesos, convirtiéndolos en quebradizos. Esta condición incrementa el riesgo de sufrir fracturas por movimientos simples como agacharse o toser.

Esta enfermedad es silenciosa, es decir, que no se presentan síntomas sino hasta que está en una etapa avanzada. Hay quienes se dan cuenta que la padecen solo hasta que se fracturan un hueso. Por eso es importante realizarse exámenes médicos regularmente para verificar la salud de los huesos.

Algunos de los alimentos que se pueden incluir en la dieta por ser ricos en calcio son:

  • Tofu (fortificado con calcio)
  • Leche de soja (fortificada con calcio)
  • Verduras de hojas verdes (por ejemplo, brócoli, coles de Bruselas, hojas de mostaza, col rizada)
  • Col o repollo chino (o “bok choy”)
  • Fríjoles o legumbres.
  • Tortillas.
  • Sardinas o salmón con huesos comestibles.
  • Camarones.
  • Jugo de naranja (fortificado con calcio).
  • Nueces o almendras.
  • Productos de leche (leche, queso, yogur).
  • Brócoli.
  • Col rizada.
  • Sardinas.

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