SALUD
Ojos irritados: cómo aliviar y prevenir las molestias de manera natural
La conjuntivitis, el ojo seco y la obstrucción de la vía lagrimal pueden ocasionar irritación.
Cuando los ojos se irritan o se ponen rojos puede ser síntoma de una inflamación de la conjuntiva, la cual puede obedecer a diversas causas como una conjuntivitis infecciosa, sequedad ocular o inflamación del borde de los párpados.
No obstante, las molestias también pueden estar relacionadas con el uso excesivo de dispositivos con pantallas luminosas, como teléfonos móviles o computadores, o por algunos tratamientos farmacológicos, como los diuréticos, asegura un artículo del portal Cuerpo Mente, escrito por el médico naturista e investigador de la Universidad de Zaragoza, Pablo Saz.
De acuerdo con información del Centro de Oftalmología Barraquer, en su página web, la irritación de los ojos puede presentarse debido a una conjuntivitis infecciosa, que puede presentarse por una bacteria y por un virus. Una inflamación por bacteria suele estar acompañada por legañas que se acumulan, especialmente al levantarse.
“Si un virus es el origen de la infección, los síntomas que le acompañan suelen ser hinchazón de los párpados, lagrimeo, molestias y fotofobia. El tratamiento recomendado son los lavados con suero fisiológico y el antibiótico en colirio”, precisa este centro especializado.
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El ojo seco también puede producir una inflamación de la superficie con síntomas que se reflejan en molestias, sensación de arenilla, quemazón e incluso fluctuación de la visión, malestares que van empeorando a medida que avanza el día.
Otra de las causas de la irritación es la blefaritis que causa picor o escozor en el borde palpebral y enrojecimiento leve de los ojos, especialmente por las mañanas al levantarse. También los ojos se pueden ver afectados por obstrucción en la vía lagrimal.
Existen algunos trucos y acciones naturales que pueden ayudar a aliviar estos malestares, pero en caso de que la molestia se mantenga o empeore, lo mejor es consultar con el especialista para determinar el tratamiento a seguir.
Mayor lubricación
Dado que una de las causas que puede generar irritación es el ojo seco, los especialistas recomiendan utilizar lágrimas artificiales y limpiar las glándulas lagrimales de los párpados con pomadas lubricantes para ayudar a controlar la sequedad, precisa la información de Cuerpo Mente.
Por otro lado, permanecer mucho tiempo frente a pantallas de dispositivos móviles puede generar cansancio visual y de paso irritación. Para ayudar a aliviar este malestar o prevenirlo es importante realizar cambios posturales y parpadear. Por ejemplo, no conviene estar más de dos horas leyendo o escribiendo de cerca y seguido.
Otras de las opciones para aliviar el malestar en los ojos es recurrir al uso de productos naturales. Uno de ellos e la manzanilla, planta a la que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y calmantes.
Otras técnicas son los remedios caseros. Por ejemplo, el uso de bolsitas de té de manzanilla. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y calmantes, esta planta suele ser utilizad para mejorar la salud de los ojos.
“Su aplicación sobre los párpados reduce la inflamación y alivia la comezón. Lo mejor de todo es que, además, disminuye la apariencia de las ojeras y las bolsas, esto ayuda a tener una mirada más fresca y saludable”, precisa el portal Mejor con Salud.
Otro producto natural del cual se puede hacer uso es del pepino. Esta hortaliza aporta agua y antioxidantes que ayudan a disminuir la inflamación y mejoran la circulación. Se cortan un par de rodajas de pepino, se ponen en el congelador y cuando estén frías se colocan sobre los ojos durante 10 o 15 minutos.
Por último, el aloe vera también puede resultar de utilidad para ayudar a limpiar o mejorar la condición de los ojos irritados. Su gel contiene propiedades antibióticas, astringentes y de coagulación que pueden usarse como un tratamiento para calmar la irritación.
Para beneficiarse de estas propiedades, la personas extrae el gel de aloe vera y se plica sobre el ojo afectado, fijándolo con una gasa para mantenerlo firme y se deja actuar durante 10 o 15 minutos. Luego se retira y se enjuaga con agua fría.