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Orégano para prevenir el cáncer y las bacterias: ¿cómo consumirlo?
Este alimento también ayuda a tratar enfermedades respiratorias y problemas digestivos.
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Una de las hierbas medicinales más poderosas es el orégano, el cual es muy usado en infusiones para tratar enfermedades respiratorias, problemas digestivos, cólicos, dolores de cabeza y otros trastornos relacionados con la inflamación.
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Del mismo modo, el portal web Tua Saúde explica que el orégano, principalmente, se caracteriza porque posee propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antiinflamatorias y anticancerígenas, motivo por el cual ayuda a combatir hongos, virus y bacterias, previene el surgimiento de ciertas enfermedades crónicas y favorece la pérdida de peso.
También, una investigación del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) expone que dichas propiedades benéficas del orégano, como la antioxidante y la antiinflamatoria, “están asociadas a la presencia de aceites esenciales y compuestos fenólicos, como los ácidos fenólicos y los flavonoides”.
Respecto al cáncer, los antioxidantes del orégano, como lo son el carvacrol y el timol, ayudan a neutralizar los radicales libres que se forman en exceso en el organismo, reduciendo el daño celular y evitando el crecimiento de células cancerígenas, previniendo y disminuyendo el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, como de ovarios, próstata y la leucemia.
Para utilizar los beneficios de esta hierba medicinal, lo ideal es usar las hojas frescas o deshidratadas por medio de infusiones naturales o condimentar alimentos, combinándolo con huevos, ensaladas, pastas, pizzas, pescados y carnes de borrego y de pollo. Estas son algunas formas para aprovechar los beneficios del orégano:
Té de orégano
Una forma muy popular de consumir el orégano para obtener sus beneficios, es preparar el té como se indica a continuación:
Ingredientes
- 1 cucharada de sopa de orégano fresco o seco;
- 1 taza de agua hirviendo.
Preparación: en primer lugar, se debe colocar el orégano en la taza de agua hirviendo y dejar reposar durante 5 a 10 minutos. Después, colar y beber tibio entre 2 a 3 tazas por día.
Aceite esencial de orégano
Como tal, este aceite de orégano puede ser aplicado a la piel, para hacer inhalaciones o ser ingerido en forma de cápsulas, ayudando a tratar el herpes labial, la candidiasis, dolores musculares o dolores digestivos. Tan solo se debe diluir una gota de aceite esencial de orégano en 5 ml de aceite portador, como puede ser de oliva o de coco, para aumentar su absorción y disminuir el riesgo de irritación.
Otros beneficios del orégano
- Ayuda a disminuir el colesterol: específicamente, las infusiones diarias de té de orégano ayudan a disminuir el colesterol llamado “malo” o LDL, debido a que esta hierba contiene gran cantidad de compuestos con propiedades antioxidantes, como los flavonoides, timol y carvacrol, previniendo así enfermedades cardiovasculares.
- Mejorar la digestión: al ser antiespasmódico, aumenta la producción de jugos gastrointestinales, favoreciendo la digestión y siendo ideal para mejorar las dispepsias, flatulencias, espasmos o cólicos intestinales.
- Actúa como expectorante: cuando se consume el té o jarabe casero de orégano, este actúa sobre los bronquios, aumentando la producción de secreciones pulmonares, siendo un buen alimento con acción expectorante.
- Ayuda a reducir el peso: sus propiedades antiinflamatorios y antioxidantes promueven la disminución de la inflamación y las grasas del organismo. De este modo, el orégano es un alimento muy útil para utilizarse en dietas de adelgazamiento, ayudando reducir el peso corporal de manera más eficaz.
- Reduce dolores musculares: el orégano ayuda a relajar los músculos y a disminuir algunos dolores, como en el caso de torticolis y lumbalgias. Tan solo se debe aplicar de forma directa en la piel afectada como cataplasma o aceite esencial de orégano.
- Controla la diabetes: el consumo diario de orégano tiene un efecto antidiabético que bloquea algunas enzimas que actúan en el metabolismo de la glucosa, promoviendo el equilibrio del azúcar en la sangre.