SALUD MENTAL

PANDAS: el trastorno mental que se trata con antibióticos

Algunas infecciones, como la sífilis, pueden causar enfermedades neuropsiquiátrico mentales. El Médico Psiquiatra José A. Posada Villa explica cuáles son y cómo atenderlas.

21 de marzo de 2019
Vale la pena anotar que hay ciertos rasgos que pueden ser etiquetados incorrectamente como trastorno obsesivo compulsivo. | Foto: Google

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum, que fue una de las causas más comunes de demencia y hospitalización psiquiátrica, hasta que se empezó a tratar con antibióticos. Pero otra bacteria podría causar enfermedades mentales también como el trastorno obsesivo-compulsivo. Se trata del estreptococo beta hemolítico del grupo A, el agente bacteriano más común responsable del dolor de garganta. Por más que  parezca improbable la faringitis estreptocócica podría ser la causa de dicho trastorno según investigaciones a gran escala que se realizan en Dinamarca.

PANDAS son las iniciales en inglés de un grupo de trastornos pediátricos neuropsiquiátricos de origen auto inmune asociados con un tipo de infección en la garganta.

El trastorno obsesivo compulsivo es más frecuente que la esquizofrenia y el trastorno de pánico y en la población general es el cuarto trastorno mental más común. En los niños y adolescentes está asociado con problemas graves en su funcionamiento escolar, familiar y social.

En 1998, investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIHM), observaron que algunos niños desarrollan bruscamente un trastorno obsesivo compulsivo, tics y otros síntomas neuropsiquiátricos después de tener una infección con estreptococos y otros tipos de bacterias y virus.

PANDAS son las iniciales en inglés para un grupo de trastornos pediátricos neuropsiquiátricos de origen auto inmune asociados con un tipo de infección en la garganta. Se puede diagnosticar a un niño con PANDAS si después de una infección por estreptococos como la faringitis, repentinamente presenta síntomas obsesivo-compulsivos o algún tic o si repentinamente empeoran estos. Además, los niños pueden presentar mal humor, irritabilidad, ataques de ansiedad o mostrar preocupación por separarse de los padres o seres queridos.

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El diagnóstico de PANDAS es un diagnóstico clínico. Es decir, no hay pruebas de laboratorio que puedan detectarlo. Los criterios diagnósticos son: síntomas obsesivo-compulsivos o tics, comienzo de los síntomas en la niñez, altibajos en la gravedad de los síntomas, asociación con una infección por estreptococo beta hemolítico del grupo A, hiperactividad física o movimientos inusuales y espasmódicos que no están bajo el control del niño y comienzo sumamente abrupto o empeoramiento de los síntomas.

Es una complicación rara causada por un sistema inmunológico que ataca las bacterias estreptocócicas y el cerebro del niño. Lo que básicamente significa es que un niño contrae una infección y los anticuerpos para esa infección acaban atacando el cerebro y no solo los gérmenes.

Ahora, en un número de julio de 2017 de JAMA Psychiatry, se detalla un gran estudio que examina el vínculo entre el estreptococo, así como otros tipos de infección con el trastorno obsesivo compulsivo y los tics. Examinaron los registros de más de un millón de niños daneses que abarcaban 17 años.

Las bacterias estreptocócicas sobreviven en los humanos al ocultarse en el sistema inmunitario. Se esconden colocando moléculas en su pared celular que se ven casi idénticas a las moléculas que se encuentran en el corazón, las articulaciones, la piel y los tejidos cerebrales del niño. Esto se llama mimetismo molecular y le permite a la bacteria estreptocócica no ser detectada. Pero de alguna manera este mecanismo falla en los niños que desarrollan PANDAS.

Vale la pena anotar que hay ciertos rasgos que pueden ser etiquetados incorrectamente como trastorno obsesivo compulsivo

Los investigadores descubrieron que los niños con un resultado positivo en la prueba de estreptococo tenían más probabilidades de presentar trastornos mentales, en particular el trastorno obsesivo compulsivo y tics, en comparación con los niños sin una prueba positiva para esta bacteria.

Más específicamente, los niños con una prueba positiva de estreptococo tenían un riesgo 18 por ciento más alto de desarrollar cualquier trastorno mental, un riesgo 51 por ciento más alto de desarrollar TOC y un riesgo 35 por ciento mayor de desarrollar trastornos de tic.

La afección a menudo se diagnostica erróneamente y para los niños en los que no se detecta temprano y se diagnostica de forma incorrecta, desafortunadamente puede haber efectos para toda la vida.

Si bien muchos niños tienen rabietas, síntomas obsesivo compulsivos y tics, lo que distingue este síndrome es el inicio repentino y dramático de los síntomas en un período de tiempo estrechamente relacionado con una infección de garganta, generalmente por estreptococos.

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Los niños con síntomas obsesivo-compulsivos relacionados con el PANDAS se beneficiarán de los medicamentos o la psicoterapia. Los tics también responden a terapia con medicamentos.

La buena noticia es que, comparado con los síntomas a menudo dramáticos y debilitantes de PANDAS, el tratamiento puede ser simple y efectivo: un buen antibiótico. La mala noticia es que algunos pacientes no llegan a ese tratamiento a tiempo y cuanto más espera, peor se vuelve el problema.

Eso puede significar toda una vida de síntomas psiquiátricos relacionados con el daño cerebral, una familia desgarrada por el estrés y el gasto de buscar una solución.

Vale la pena anotar que hay ciertos rasgos que pueden ser etiquetados incorrectamente como trastorno obsesivo compulsivo tales como las mentiras compulsivas, las compras compulsivas, los juegos compulsivos, el sexo compulsivo, que no hacen parte del trastorno obsesivo compulsivo. Estos tienen más probabilidades de ser problemas adictivos y se consideran trastornos de control de impulsos.

En resumen, la reflexión es tener la mente abierta a otras posibilidades etiológicas de los trastornos neuropsiquiátricos y en especial para los padres, la importancia de dar tratamiento adecuado y a tiempo de las faringoamigdalitis en los niños.

*Grupo de Investigación Nuevas Perspectivas en Salud Mental, UCMC