Belleza
Papada: cinco métodos naturales para reducir y tonificar el cuello
Para evitar la papada es importante mantener una dieta balanceada, rica en frutas y vegetales y mucha hidratación.
La papada, también conocida como doble mentón, se forma a partir de una acumulación de grasa debajo de la barbilla. Se trata de un problema estético que puede afectar tanto a hombres como a mujeres y que no siempre está relacionada con el sobrepeso. La flacidez, el envejecimiento, la genética y hasta el uso de pantallas pueden estar detrás de esta afección.
La papada hace que el contorno oval se desdibuje, convirtiéndose en un tema estético que puede aumentar con la vejez. “Con la edad, la piel del cuello se acaba descolgando y puede causar esta capa de grasa”, precisa la revista Muy Saludable, de la compañía de salud Sanitas.
Para no tener que recurrir a tratamientos invasivos o quirúrgicos que puedan dejar señales, existen algunos ejercicios y métodos caseros que ayudan a reducir esta grasa, a mejorar la apariencia física y mantener el cuello tonificado.
Sin embargo, esto debe ir acompañado de una dieta balanceada, rica en frutas y vegetales y mucha hidratación, pues de esto depende en gran medida el cuidado y protección de la piel. La idea es consumir alimentos ricos en antioxidantes en los que predominen las vitaminas A, C y E, además de darle prioridad al pescado frente a la carne.
Tendencias
Para realizar ejercicios tendientes a bajar la papada, lo primero que la persona debe hacer es adquirir una postura adecuada. Sentarse en una silla con la espalda derecha y relajarse es clave para tonificar los músculos de la cara y del cuello.
1. Cerrar completamente la boca. Con la boca cerrada la persona puede realizar movimientos circulares en dirección de las manecillas del reloj con la lengua, rozando el velo del paladar. Lo ideal es repetir esta rutina tres veces al día.
2. Pronunciar las vocales. Pronunciar de forma exagerada cada una de las vocales, abriendo la boca al máximo, de forma lenta y elástica. Es un ejercicio que se debe hacer, por lo menos, 10 veces cada día.
3. Cabeza inclinada hacia atrás. Inclinar la cabeza hacia atrás, mirando al techo. Después, se empuja la mandíbula inferior hacia delante para sentir un estiramiento debajo de la barbilla. La persona debe contar hasta diez y relajar el movimiento. Repetirlo diez veces al día.
4. Girar la cabeza. Estirar el cuello poco a poco hacia adelante y hacia el centro. Luego, girar la cabeza hacia la derecha lentamente por un par de segundos. Posteriormente, se lleva la cabeza al centro nuevamente y se sostiene esa posición otro par de segundos. Luego se hace el mismo ejercicio hacia el lado izquierdo y se repite 10 veces por cada lado.
5. Sacar la lengua. Se requiere mirar al frente con la cabeza recta, sacando la lengua todo lo que la persona pueda e intentando tocar la nariz. Se debe mantener la lengua estirada en dirección a la nariz durante diez segundos, para después soltarla y realizar diez repeticiones.
6. Gesto de puchero. Este ejercicio se puede realizar tanto sentado como de pie. La persona debe efectuar el gesto de puchero; es decir, sacar el labio inferior tan lejos como le sea posible, al tiempo que contrae el cuello. Luego, sin dejar de contraer los músculos del cuello, se debe flexionar la cabeza llevando la barbilla contra el pecho. Se debe mantener la espalda recta. Este ejercicio, según los expertos, se debe repetir alrededor de 20 veces al día.
Una investigación publicada en Journal of Clinical and Diagnostic Research y citada por el portal Mejor con Salud, indica que este tipo de ejercicios ayuda a mejorar la apariencia facial, combate la papada y contribuye a prevenir el envejecimiento, pero se requiere de un entrenamiento progresivo y constante.
De acuerdo con información de la revista de moda y belleza Telva, de España, la limpieza y, sobre todo, la hidratación diaria son fundamentales para cuidar la piel del cuello, así como no abusar del sol, pues además de las consecuencias negativas para el envejecimiento y las manchas solares, la persona está perdiendo colágeno y elastina, y esto provocará una pérdida de firmeza que puede derivar en la antiestética papada.