Vida moderna
Papada: esta es la razón por la que se presenta en personas delgadas
La práctica de ejercicios faciales puede ayudar a reducir esta capa de grasa que aparece debajo de la barbilla.
Muchas personas asocian la papada con el sobrepeso. Sin embargo, aunque es una de las causas, también la genética y la piel sobrante en esa zona del cuello pueden generar la papada.
Con los años, la piel del cuello se descuelga y aparece esta capa de grasa que juega un papel tanto a nivel estético como médico. Así, un exceso de acumulación de grasa puede ser considerado poco atractivo, por un lado, y poco saludable, por otro.
Sin embargo, este problema no solo lo padecen quienes tienen sobrepeso, sino que también está presente en aquellas personas que son delgadas, por las siguientes razones, de acuerdo con el portal H+B.
Envejecimiento
No es ningún secreto que el cuerpo pasa por muchos cambios a lo largo de los años, y uno de ellos es la pérdida de colágeno y elastina, que son las proteínas que mantienen la piel suave y firme.
Tendencias
Genética
En muchos casos, una papada puede deberse a una herencia genética, lo que determina si se desarrolla con los años, y es este factor uno de los que predispone al cuerpo a acumular más grasa en ciertas áreas.
En otras palabras, si la papada es una característica común en la familia y, además, tiene una piel delgada o una cantidad limitada de colágeno y elastina en la piel, es posible que comience a notar una papada después de los 20 años.
Cambios en el peso
Esto le sucede a varias personas que cambian su peso drásticamente, como es el caso de las mujeres embarazadas que aumentan de peso durante nueve meses y comienzan a perderlo después de dar a luz. Cuando esto sucede, la piel tiende a estirarse de tal manera que tapa su masa corporal.
Hipertiroidismo e hipotiroidismo
Son enfermedades en las que la glándula tiroides produce la hormona tiroxina en exceso o, por el contrario, en cantidades insuficientes, lo que provoca, entre otras cosas, la aceleración o desaceleración del metabolismo del organismo, lo que provoca cambios en el peso de la persona y contribuye a la aparición de una papada. Para descartar que esta sea la causa, es importante consultar a un médico especialista que realizará las pruebas y determinará si se padece alguna enfermedad tiroidea.
Síndrome de Cushing
Este es un trastorno en el que el organismo produce niveles elevados de la hormona cortisol; también puede estar asociado al consumo de corticoides y se manifiesta por el aumento de peso principalmente en el cuello y la cara, por lo que se confunde generalmente con la apariencia de las mandíbulas.
Malos hábitos
La mayoría de las personas no saben que existen factores que provocan la papada y que son consecuencia del estilo de vida que se lleva, como la sobreexposición a los rayos UV, que pueden dañar el colágeno de la piel, provocando una flacidez prematura.
Fumar provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que restringe la circulación sanguínea e impide que la piel reciba vitamina A y otros nutrientes necesarios para una buena salud, incluso puede dañar el colágeno y la elastina necesarios para mantener la piel firme y tersa.
Finalmente, la posición que se adopta al dormir también es fundamental, puesto que aquellos duermen boca arriba tienen menos mandíbulas flácidas que quienes duermen en otras posiciones.
Un artículo publicado en JAMA Facial Plastic Surgery indica que existen varias opciones terapéuticas que permiten reducirla para que no afecte ni la salud ni la estética.
2. Gesto del beso. Es un segundo ejercicio que comienza igual que el anterior, es decir, inclinando la cabeza hacia atrás y mirando al techo. La diferencia es que este se realiza con el gesto de darle un beso al techo, con mucha fuerza y de manera exagerada. Después se debe relajar y repetir diez veces el movimiento.
3. Mirada al frente. Mirar al frente con la cabeza recta, sacando la lengua e intentando tocar la nariz con ella. El objetivo es mantener la lengua estirada en dirección a la nariz durante 10 segundos, para después soltarla y repetir el ejercicio en 10 oportunidades.
4. Gesto de puchero. Este ejercicio se puede realizar tanto sentado como de pie. La persona debe realizar el gesto de puchero; es decir, sacar el labio inferior tan lejos como le sea posible, al tiempo que contrae el cuello. Acto seguido, sin dejar de contraer los músculos del cuello, se debe flexionar la cabeza llevando la barbilla contra el pecho. Se debe mantener la espalda recta. Este ejercicio, según los expertos, se debe repetir alrededor de 20 veces al día.
5. La “O”. Al igual que en el ejercicio anterior se debe realizar con la espalda totalmente recta y los hombros caídos. Extender el cuello hacia atrás, cerrar los labios e intentar formar una “O” con ellos. Una vez se logre mantener así por 20 segundos, se vuelve a iniciar y se realizan 10 repeticiones al día.
6. Rotación de cuello. Se puede realizar sentado o de pie. La columna debe permanecer erguida y debe llevarse la barbilla a uno de los hombros y luego, al otro. Se debe realizar un semicírculo mientras se pasa de un hombro a otro, pasando por el pecho. Es importante que los hombros estén ubicados en una posición descolgada para evitar lesiones. La recomendación es realizar 10 repeticiones diarias.
7. Juego de las vocales. De pie y con la espalda recta, el objetivo es decir todas las vocales, de manera pausada y pronunciada, con la boca totalmente abierta y repetir varias veces por 2 o 3 minutos.