Vida Moderna
Papada: rutina rápida para reducirla y estilizar el rostro
La papada se da cuando se acumula grasa en la zona, sin embargo, existen trucos facilísimos para reducirla.
La papada es la forma coloquial de llamarle a la acumulación de grasa que se almacena debajo de la barbilla, según las clínicas estéticas.
La Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética estima que “durante el 2019 se realizaron en Colombia 267.261 procedimientos estéticos, de los cuales 4.769 fueron en el cuello”.
Según las clínicas, “la cirugía de papada tiene como finalidad eliminar todos los depósitos de grasa que se ubican en la zona del mentón y debajo de la mandíbula, con el objetivo de darle al paciente una apariencia más juvenil, armónica, con un cuello más esbelto y firme”.
Además, reveló que las principales ventajas de este procedimiento son: “se elimina la grasa del cuello, es un procedimiento rápido y sencillo, se moldea el cuello y la zona de la barbilla, las cicatrices son casi imperceptibles, y se mejora el aspecto facial del paciente”.
Lo más leído
De igual forma, la papada es una de las partes del cuerpo que puede incomodar o frustrar a muchas personas y, aunque su aparición se suele relacionar con el sobrepeso, no necesariamente se debe a esto. Hay algunas personas delgadas que tienen papada y esta se debe a otros factores; según explica Sanitas, entidad de salud, “la genética y la piel sobrante en esa zona también pueden provocar su aparición. Con la edad, la piel del cuello se acaba descolgando y también causa esta capa de grasa”.
No obstante, existen otras medidas para reducir la papada, como masticar chicle, pero es importante hacerlo con la boca cerrada y con la espalda erguida.
Sobre la misma línea, se recomiendan algunos ejercicios que si se realizan con constancia muestran resultados rápidos:
2. Gesto del beso. Es un segundo ejercicio que comienza igual que el anterior, es decir, inclinando la cabeza hacia atrás y mirando al techo. La diferencia es que este se realiza con el gesto de darle un beso al techo, con mucha fuerza y de manera exagerada. Después se debe relajar y repetir diez veces el movimiento.
3. Mirada al frente. Mirar al frente con la cabeza recta, sacando la lengua e intentando tocar la nariz con ella. El objetivo es mantener la lengua estirada en dirección a la nariz durante 10 segundos, para después soltarla y repetir el ejercicio en 10 oportunidades.
4. Gesto de puchero. Este ejercicio se puede realizar tanto sentado como de pie. La persona debe realizar el gesto de puchero; es decir, sacar el labio inferior tan lejos como le sea posible, al tiempo que contrae el cuello. Acto seguido, sin dejar de contraer los músculos del cuello, se debe flexionar la cabeza llevando la barbilla contra el pecho. Se debe mantener la espalda recta. Este ejercicio, según los expertos, se debe repetir alrededor de 20 veces al día.
5. La “O”. Al igual que en el ejercicio anterior se debe realizar con la espalda totalmente recta y los hombros caídos. Extender el cuello hacia atrás, cerrar los labios e intentar formar una “O” con ellos. Una vez se logre mantener así por 20 segundos, se vuelve a iniciar y se realizan 10 repeticiones al día.
6. Rotación de cuello. Se puede realizar sentado o de pie. La columna debe permanecer erguida y debe llevarse la barbilla a uno de los hombros y luego, al otro. Se debe realizar un semicírculo mientras se pasa de un hombro a otro, pasando por el pecho. Es importante que los hombros estén ubicados en una posición descolgada para evitar lesiones. La recomendación es realizar 10 repeticiones diarias.
7. Juego de las vocales. De pie y con la espalda recta, el objetivo es decir todas las vocales, de manera pausada y pronunciada, con la boca totalmente abierta y repetir varias veces por 2 o 3 minutos.