Vida Moderna
Papaya para combatir el reflujo: así se tiene que ingerir
En general, la enfermedad por reflujo gastroesofágico se puede controlar con medicamentos.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce cuando el ácido del estómago fluye con frecuencia hacia el tubo que conecta la boca y el estómago, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que algunos de los signos y síntomas más comunes de la enfermedad por reflujo gastroesofágico son los siguientes:
- Una sensación de ardor en el pecho (acidez estomacal), que suele sentirse después de comer y que puede empeorar a la noche o al estar acostado.
- Retroceso de ácido (regurgitación) de alimentos o de líquidos agrios.
- Dolor de pecho o en la parte alta del abdomen.
- Dificultad para tragar (disfagia).
- Sensación de nudo en la garganta.
Así las cosas, para evitar los síntomas se puede consumir papaya, ya que “tanto la papaya verde como las semillas, contienen un látex rico en papaína, una enzima con acción proteolítica que actúa en el estómago con efecto semejante al jugo gástrico, mejorando la digestión de proteínas”, según el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.
Respecto al consumo, el portal indicó que “a pesar de no existir una cantidad específica indicada para el consumo de papaya, la recomendación mínima diaria de frutas es entre dos a tres porciones, lo que corresponde entre 160 a 240 g por día”.
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Adicional, señaló que “se puede consumir fresca, deshidratada o en forma de jugos, batidos y ensaladas de frutas”.
Información nutricional por 100 gr. de papaya
- Agua: 90,40 %
- Calorías: 35,01 Kcal
- Proteínas: 0,50 g
- Grasas: 0,09 g
- Carbohidratos: 7,10 g
- Fibra: 1,90 g
- Calcio: 21,00 mg
- Hierro: 0,42 mg
- Magnesio: 11,00 mg
- Fósforo: 13,00 mg
- Potasio: 200,00 mg
- Vitamina A: 152,50 ug
- Vitamina B3: 0,41 mg
- Vitamina C: 80,00 ug
De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otras recomendaciones para evitar el reflujo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, son dormir con la cabeza levantada, pues dormir con la cabeza a un nivel más alto que el estómago reduce la posibilidad de que los alimentos digeridos se devuelvan al esófago. “Colocar libros, ladrillos o bloques de manera segura debajo de las patas de la cama en la parte de la cabecera. También se puede usar una almohada en forma de cuña debajo del colchón. Dormir con almohadas extra no funciona bien para aliviar el reflujo o la acidez, debido a que las almohadas se pueden resbalar durante la noche”, explicó Medline Plus.
Asimismo, otras sugerencias son:
- Evitar los alimentos y las bebidas que provoquen reflujo gastroesofágico. Entre los desencadenantes más comunes se incluyen el alcohol, el chocolate, la cafeína, los alimentos grasos y la hierbabuena.
- Evitar usar ropa ajustada. Las prendas apretadas alrededor de la cintura ejercen presión en el abdomen y el esfínter esofágico inferior.
- Evitar agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer. Lo anterior provoca reflujo.
- Mantener un peso saludable. El exceso de peso hace presión en el abdomen, empuja el estómago hacia arriba y provoca que el ácido suba al esófago.
- Dejar de fumar. Fumar disminuye la capacidad del esfínter esofágico inferior para funcionar correctamente.
- Dormir sobre el lado izquierdo. Es importante comenzar recostándose sobre el lado izquierdo para reducir la probabilidad de tener reflujo.
- No acostarse después de comer. Esperar al menos tres horas después de comer antes de acostarse o ir a dormir.