AMBIENTE LABORAL
Para trabajar tranquilos
Estudios recientes demuestran que la mejor forma de manejar el estrés en el trabajo es hacer a diario pequeños ejercicios de respiración como la meditación, pensar positivamente en situaciones de alta presión y caminar al aire libre.
El estrés es uno de los grandes males del mundo moderno y sus consecuencias para la salud y la vida en general son enormes. Aunque una buena dosis puede servirle a cualquiera para motivarse y cumplir sus metas, cuando se convierte en un síntoma crónico empiezan los problemas. El puesto de trabajo es la principal fuente de estrés para las personas. Así lo demuestran estudios recientes en los que se evidencia que la competencia, el nivel de exigencia, el ambiente y la sobrecarga laboral influyen negativamente. Sufrir de colon irritable, del sistema nervioso o tener la presión alta son algunas de las secuelas del aumento de los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Pero la buena noticia es que existen métodos para combatirlo.
Una de las técnicas más usadas es la comunicación consciente, que consiste en hacer ejercicios de respiración y aplicar técnicas de meditación para distensionar los músculos. Este entrenamiento fue creado hace varios años por Jon Kabatt-Zin y se desarrolló en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos. Sin embargo, hace poco tiempo empezó a ser usado en oficinas de ese país. El programa incluye ocho sesiones semanales de dos horas y un día entero de recuperación. La ventaja es que quienes no tienen tiempo, pueden asistir a algunas sesiones y poner en práctica las técnicas en su rutina diaria. "La relación entre mente y cuerpo es clave para manejar el estrés. Por eso, los programas que algunas empresas promueven para que sus trabajadores hagan gimnasia o yoga son una buena forma de combatirlo", dijo a SEMANA el psicólogo organizacional Álvaro Enríquez.
Lo más interesante del entrenamiento desarrollado por Kabatt-Zin es que se ha comprobado por medio de escáneres cerebrales que puede cambiar la forma en que el cuerpo reacciona ante el estrés. Según dichos exámenes, las regiones del cerebro relacionadas con el autocontrol y la concentración, que normalmente se bloquean con el estrés, se reactivan por medio de la meditación y los ejercicios de respiración. "Cuando la persona se libera de tensiones, el cerebro se oxigena y reacciona de otra forma", afirma Yolanda Sierra, directora de la especialización de Psicología Ocupacional y Organizacional de la Universidad El Bosque.
El problema es que muchas personas no hacen ejercicio por falta de tiempo, así les ofrezcan buenos planes en las empresas. Por eso, los expertos afirman que antes de poner en práctica cualquier entrenamiento, lo más importante es saber cuál es el motivo que genera estrés, pues cada persona tiene un perfil psicológico único y sus reacciones ante las situaciones de la vida laboral son distintas. "Las técnicas de relajación son efectivas en la medida que se identifique el origen del problema", dice Sierra.
Un jefe ogro, la mala comunicación con los compañeros o un oficio que no hace feliz a una persona pueden ser detonantes del estrés laboral. Por esa razón, también se recomienda hacer ejercicios de visualización para aprender a controlar las emociones en los encuentros con los superiores. Según Kim Aikens, quien lidera el programa de entrenamiento de la Universidad de Massachusetts, "es importante evitar la crítica, hablar mal de los demás y estar siempre a la defensiva".
Otro elemento clave para combatir el estrés laboral es estar en contacto con la naturaleza. Por eso, es importante dar una caminata diaria, que puede ser después de la hora del almuerzo, o que las oficinas tengan muchas zonas verdes. De esa forma, el oxígeno circulará más y los trabajadores rendirán más. Si bien es cierto que estas prácticas son útiles según el contexto, la evidencia científica muestra que pueden ayudar a aliviar la presión y, sobre todo, a disminuir los factores de riesgo que produce el estrés. Como concluyen los expertos, es mejor prevenir que lamentar.