Vida Moderna
Parálisis cerebral: ¿cómo detectarla?
La parálisis cerebral es causada por lesiones o anomalías del cerebro.
La parálisis cerebral (PC) es un grupo de trastornos que causan problemas del movimiento, el equilibrio y la postura, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, el portal de salud Kidshealth reveló que existen diferentes tipos de parálisis cerebral y es posible tener un solo tipo o una combinación de ellos:
- Parálisis cerebral espástica, que causa rigidez y problemas para moverse.
- Parálisis cerebral atetoide (o disquinética), que causa movimientos descontrolados.
- Parálisis cerebral atáxica, que causa un problema con el equilibrio y la percepción de la profundidad (lo que permite calcular la distancia entre dos objetos).
La biblioteca explicó que la parálisis cerebral es causada por lesiones o anomalías del cerebro y la mayoría de estos problemas ocurre a medida que el bebé crece en el útero. Sin embargo, se pueden presentar en cualquier momento durante los primeros dos años de vida,
Por ello, para detectarla, Medline Plus indicó que la PC espástica es el tipo más común y sus síntomas incluyen:
- Músculos que están muy tensos y no se estiran. Se pueden tensionar aún más con el tiempo.
- Marcha (caminar) anormal - brazos metidos hacia los costados, rodillas cruzadas o tocándose, piernas que hacen movimientos de “tijeras” y caminar sobre los dedos.
- Articulaciones rígidas y que no se abren por completo (llamado contractura articular).
- Debilidad muscular o pérdida del movimiento en un grupo de músculos (parálisis).
- Los síntomas pueden afectar un brazo o pierna, un lado del cuerpo, ambas piernas o ambos brazos y piernas.
Los siguientes síntomas pueden ocurrir en otros tipos de PC:
- Movimientos anormales (torsiones, tirones o contorsiones) de las manos, los pies, los brazos o las piernas estando despierto, lo cual empeora durante períodos de estrés.
- Temblores.
- Marcha inestable.
- Pérdida de la coordinación.
- Músculos flojos, especialmente en reposo, y articulaciones que se mueven demasiado.
Otros síntomas cerebrales y del sistema nervioso pueden incluir:
- Las dificultades de aprendizaje son comunes, pero la inteligencia puede ser normal.
- Problemas del habla (disartria).
- Problemas de audición o visión.
- Convulsiones.
- Dolor, sobre todo en adultos, el cual puede ser difícil de manejar.
Síntomas digestivos y de la alimentación:
- Dificultad para succionar o alimentarse en los bebés, o masticar y tragar en niños mayores y adultos.
- Vómitos o estreñimiento.
Otros síntomas:
- Aumento del babeo.
- Crecimiento más lento de lo normal.
- Respiración irregular.
- Incontinencia urinaria.
“La parálisis cerebral es un problema médico crónico, a largo plazo. No hay cura que pueda hacerla desaparecer por completo, pero hay maneras de ayudar a un niño con parálisis cerebral a estar lo mejor posible”, según la American Academy of Pediatrics (AAP).
Por ello, las opciones son:
- “Intervención temprana. El equipo enseña a la familia ejercicios y le da consejos para ayudar a que el bebé aprenda habilidades nuevas.
- Fisioterapia. Los fisioterapeutas ayudan a aprender movimientos nuevos, como rodar, sentarse o caminar.
- Terapia ocupacional. Estos especialistas ayudan a los niños a realizar tareas cotidianas. Usan una combinación de ejercicios y buscan soluciones alternativas para sobrellevar las dificultades.
- Terapia del lenguaje. Los terapeutas del habla pueden ayudar a los niños a aprender a hablar y comunicarse de otras maneras.
- Dispositivos de ayuda. Los dispositivos ortopédicos para piernas pueden sostener las piernas cuando aprenden a caminar. Los dispositivos ortopédicos para brazos pueden sostener los brazos o las manos en una posición normal. Otros tipos de dispositivos de ayuda incluyen teclados de comunicación, sillas de ruedas especiales y sillas para ayudar a sentarse.
- Medicamentos. Estos pueden incluir medicamentos para ayudar con la espasticidad muscular o inyecciones para relajar determinados músculos”.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.