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Parásitos intestinales: ¿cómo combatirlos de forma natural?
Muchas veces estos microorganismos se adquieren por el consumo de agua contaminada.
Los parásitos son microorganismos que viven dentro de los seres vivos para alimentarse de estos. En el caso de los intestinales, tienen la capacidad de reproducirse ocasionando malestar e infección en quienes los padecen.
Muchas personas se infectan con un parásito intestinal al ingerir por accidente agua contaminada o algún alimento en mal estado. En las guarderías infantiles el riesgo de infección de los niños es mayor, pues es posible que esto ocurra al tocar una superficie infectada y llevarse los dedos a la boca, asegura Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los especialistas aseguran que normalmente las infecciones parasitarias desaparecen solas o son fáciles de tratar. Sin embargo, en personas con sistemas inmunitarios debilitados, una infección parasitaria puede causar complicaciones graves.
Un sistema inmune en ocasiones se debilita por afecciones como el VIH o el sida, por un cáncer o por otras enfermedades. Los bebés y los ancianos también son más débiles desde el punto de vista inmunológico.
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La mencionada institución indica que las principales señales de que se tienen parásitos son las siguientes:
- Diarrea que dura más de unos pocos días
- Dolor abdominal
- Sangre o moco en las heces
- Náuseas y vómitos
- Gases
- Fiebre
- Pérdida de peso
Dado que en muchas oportunidades estos parásitos desaparecen de forma natural y no se requiere de tratamientos médicos, hay remedios caseros que contribuyen a lograr este objetivo. Estos son algunos de ellos.
Probióticos
Una alternativa natural para hacerle frente a los microorganismos que atacan la flora intestinal son los probióticos. Algunos alimentos son ricos en estos componentes y ayudan a reponer las bacterias buenas en el intestino. En la lista se encuentran el yogur natural, kéfir, chocolate negro, pepinos encurtidos y vegetales fermentados.
Semillas de calabaza
La calabaza es fuente de cucurbitina, un aminoácido que le otorga propiedades antihelmínticas, que le ayudan a prevenir y eliminar parásitos intestinales. Se aconseja tomar una cucharada de semillas de calabaza en ayunas, hasta que desaparezcan estos microorganismos de los intestinos, de acuerdo con una publicación de Mejor con Salud, escrita por Carolina Betancourth.
Té de cúrcuma
Según el portal Tua Saúde, esta raíz posee como principio activo la curcumina, y según algunos estudios, inhibe el crecimiento de algunos patógenos, incluyendo helmintos y protozoarios. Además de esto, la cúrcuma es rica en antioxidantes y posee propiedades antiinflamatorias.
Para elaborarlo se requiere de un vaso de agua y una cucharadita de cúrcuma en polvo. Se hierve el agua y se añade la cucharadita de cúrcuma, se deja reposar durante 10 a 15 minutos y se bebe hasta tres veces al día entre las comidas.
Aceite de oliva con ajo
Este remedio ayuda a eliminar gusanos intestinales y puede ser consumido crudo, pero también es posible ingerirlo como aceite aromatizado, ya que mantiene sus propiedades antihelmínticas. Se usan 50 mililitros de aceite, una rama de romero y tres dientes de ajo sin cáscara.
En una botella de aproximadamente 700 mililitros se colocan los dientes de ajo pelados y suavemente machacados y luego se añade el aceite y la rama de romero. Se tapa y se mantiene guardado en un lugar seco y libre de humedad durante al menos 10 días. Luego este producto se usa para cocinar los alimentos y aderezar las ensaladas o sopas.
Té de artemisa
A esta planta se le conoce como ajenjo chino, según el portal Nutrición y Farmacia de España. Su poder para combatir lombrices y parásitos internos se sustenta en sus propiedades antibacterianas, antihelmínticas y vermífugas, por lo que, según se dice en la cultura popular, puede eliminar los parásitos tanto del tubo digestivo, como del intestino.
Para elaborar una bebida con esta hierba se requiere de: 20 gramos de hojas de artemisa y un litro de agua hirviendo. Se agregan las hojas en el agua y se deja reposar el tiempo que sea necesario. Luego se cuela y se toma tres veces al día.