Vida Moderna
Parásitos intestinales: el fruto seco que ayuda a eliminarlos de forma natural
La buena alimentación es fundamental para evitar la concentración de parásitos.
Los parásitos son seres vivos que utilizan otros seres vivos -como tu cuerpo- para alimentarse y vivir. Puedes contraerlos a través de alimentos o agua contaminados, una picadura de insecto o el contacto sexual.
Ahora bien, hay que destacar que los parásitos que se generan o llegan a habitar en el intestino son los principales causantes del dolor de estómago, de las náuseas, de episodios de diarrea, así como la falta de apetito, según lo explica MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Beneficios de las avellanas
Las avellanas son una buena fuente de fibra. Se calcula que el 95 % de las personas no consume suficiente fibra al día. La fibra añade volumen a las heces para ayudar a eliminar los residuos de forma eficaz y optimizar la absorción de nutrientes, destaca RiskAverse en su portal web. Además, ayudan a controlar y a eliminar estos parásitos del organismo ayudando a que el dolor de estómago, las náuseas, las flatulencias y la diarrea, ocasionados por los parásitos, se disminuyan de manera eficaz.
Asimismo, las avellanas ayudan a perder peso. Irónicamente se evitan los frutos secos porque tienen muchas calorías, pero esto es un error. De hecho, el consumo de frutos secos se ha asociado a reducciones del IMC (índice de masa corporal) porque favorecen la saciedad y mejoran la eficiencia metabólica para aprovechar al máximo los alimentos ingeridos.
Por otra parte, se considera que las avellanas mejoran el perfil lipídico en pacientes con colesterol alto, ya que la ingesta de avellanas desempeña un papel tanto en la reducción de LDL oxidadas como en la mejora del tamaño de las partículas de LDL.
Vale la pena destacar que el colesterol puede obstruir las arterias con placa una vez que alcanza un umbral alto y se oxida, causando aterosclerosis. La aterosclerosis puede pasar desapercibida hasta un infarto de miocardio, cuando la placa se desprende de la arteria y bloquea el flujo sanguíneo al corazón.
Es allí donde actúan las avellanas, pues las grasas monoinsaturadas presentes en las este fruto seco mejoran la gestión del colesterol. Su capacidad antioxidante combate la oxidación de las LDL.
Además de los niveles de colesterol y lípidos, las enfermedades cardiovasculares se ven agravadas por la inflamación crónica. Las grasas saludables de las avellanas tienen capacidades antiinflamatorias que ayudan a devolver la inflamación a niveles funcionales, destaca el portal mencionado.
Otro de los beneficios de las avellanas es que al ser clasificado como fruto seco, se asocia con un mejor control del azúcar en la sangre. Combaten la hiperglucemia y los efectos perjudiciales que pueden conducir a la diabetes tipo 2.