Vida Moderna
Parásitos intestinales: la fruta que ayuda a eliminarlos y a depurar el organismo
Esta fruta ayuda a combatir la enfermedad bacteriana y microbiana que se da en los intestinos.
Los parásitos son microorganismos dañinos para la salud que suelen habitar en los intestinos. Si no se tratan y se eliminan pueden provocar enfermedades a las que se les debe prestar atención.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que los parásitos se pueden contraer por medio de los alimentos o la ingesta de agua contaminada, la picadura de un insecto o por contacto sexual. Dependiendo del tipo de microorganismos, debe ser el tratamiento.
Estos microorganismos varían en tamaño y van desde muy pequeños, que son organismos unicelulares llamados protozoarios, hasta gusanos, que pueden observarse a simple vista. Si bien existen algunos tratamientos que son indicados para hacerle frente a este tipo de infecciones, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, no hay vacunas para las enfermedades parasitarias.
Por esta razón, una de las mejores formas de evitar su presencia en el organismo es con la prevención. Por ejemplo, asegurándose de consumir agua que no esté contaminada y evitando ingerir alimentos en sitios poco conocidos o que no guarden las condiciones adecuadas de salubridad.
Tendencias
Para combatir estos parásitos de manera natural, se puede hacer uso de la guayaba, una fruta que tiene poderosas propiedades curativas. Es rica en astringentes como los taninos cuando aún está verde, componentes que ayudarían a controlar esta problemática e inhibir el crecimiento microbiano. “Sobre esta última propiedad, estudios afirman que ciertas bacterias presentan sensibilidad al extracto de las hojas de la planta que produce este fruto”, precisa un artículo del portal Mejor con Salud.
La mencionada fuente asegura que esta fruta es rica en una fibra dietética llamada pectina, que es favorable para combatir afecciones del sistema digestivo, ya que tendría la facultad de contribuir en la limpieza y el bienestar de los intestinos y cita como evidencia una investigación publicada en Experimental & Molecular Medicine.
Cabe señalar que es necesario mencionar que es necesario acudir a un médico en caso de presentar malestar, y seguir las indicaciones del experto. El consumo de guayaba es un remedio natural secundario para tratar el malestar.
Propiedades antibióticas de ajo
De igual forma, la ingesta de remedios caseros ayuda en este propósito y el ajo es una de las alternativas más recomendadas. Tradicionalmente, este es un producto que se ha utilizado como un ingrediente para condimentar y sazonar los alimentos, pero también tiene un gran reconocimiento en la medicina natural para complementar el tratamiento de diversas afecciones.
Es considerado uno de los vegetales con más bondades medicinales para el organismo. Se le reconoce por su alto valor nutritivo y que contiene muy pocas calorías. Es rico en vitaminas C y B6, y minerales como el potasio, fósforo y manganeso, entre otros nutrientes.
Este vegetal es rico en compuestos sulfurados. El portal Healthline indica que la mayoría de los beneficios para la salud que ofrece este producto están relacionados con los compuestos de azufre que se forman cuando se cortan, trituran o mastican los dientes de ajo crudo.
Uno de los más reconocidos es la alicina, que ofrece propiedades antibióticas. Adicionalmente, contiene sulfuro de alilo y s-alil cisteína. Según este sitio web, estos compuestos ingresan al cuerpo desde el tracto digestivo y viajan por todo el organismo, ejerciendo sus efectos biológicos.
Este vegetal es considerado uno de los mejores antibióticos naturales, gracias a que ataca los patógenos y eleva las defensas del organismo. Se le atribuyen al menos 60 compuestos con propiedades antimicrobianas, que lo convierten en un remedio que ataca infecciones bacterianas, virales o por hongos. Precisamente, ayuda a eliminar las toxinas y bacterias patogénicas que afectan la flora normal del intestino, siendo útil para tratar las parasitosis.