Vida Moderna
Pérdida de visión: la vitamina que ayuda a prevenir las cataratas
Este poderoso nutriente también ayuda a tener una piel saludable y a combatir otros problemas de salud.
Las vitaminas son nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo y también para tener una dieta saludable. Como tal, estas sustancias orgánicas complejas esenciales las complementan 13 compuestos, que son sustancias lábiles que se pueden alterar de forma sencilla debido a cambios de temperatura, PH, o almacenes prolongados.
Entre sus principales funciones las vitaminas desempeña un papel clave en el crecimiento y el desarrollo, y participan en la construcción de células, tejidos y órganos. De modo que se deben consumir a través de la alimentación, ya que que el cuerpo humano no las puede sintetizar. Por ejemplo, la vitamina D puede formarse con la exposición al sol, mientras que las vitaminas K, B1, B12 y el ácido fólico, se forman en la flora intestinal.
De hecho, el consumo de ciertas vitaminas ayudan a manejar la pérdida de visión que suele tener tres causales, entre ellas: la opacidad de las estructuras del ojo que normalmente son transparentes, anomalías de la retina, la zona sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo y anomalías de los nervios que transportan señales visuales desde el ojo al cerebro (el nervio óptico y las vías ópticas).
Adicional a este problema visual, con el paso de los años suelen surgir las cataratas, la cual es una patología que se trata de la opacidad del cristalino, normalmente transparente, del ojo. Para las personas que tienen cataratas, ver a través de cristalinos opacos es algo parecido a mirar a través de una ventana escarchada o empañada.
“La visión nublada que causan las cataratas puede hacer que resulte más difícil leer, conducir un auto (especialmente de noche) o ver la expresión de la cara de un amigo”, indica Mayo Clinic.
La vitamina para combatir las cataratas
Para mitigar estas afecciones es fundamental tener una alimentación balanceada y acudir periódicamente al oftamólogo para determinar si es o no necesario utilizar gafas o proceder con algún otro tratamiento médico. Asimismo, es fundamental consumir vitamina E, pues según el portal web AARP, este nutriente se encuentras en el ojo, lo que agrega plausibilidad biológica de que sea importante.
Del mismo modo, existen algunas pruebas científicas que demuestran que consumir altos niveles de vitamina E mediante la dieta puede proteger contra la formación de cataratas relacionadas con la edad, las cuales nublan la visión; pero cabe mencionar que la investigación no muestra ningún beneficio significativo de tomar un suplemento, por lo que se debe asegurar de incluir en el menú aceites a base de plantas, nueces, semillas de girasol y aguacate.
Alimentos ricos en vitamina E
El más famoso de los alimentos asociados a la vitamina E es el aguacate. Según señala el portal Mejor con Salud, esta fruta también contiene ácidos grasos saludables, minerales y vitaminas de la familia de la B, esenciales para el rendimiento del cuerpo.
Los frutos secos, asimismo, sobresalen por ser fuente de diversos nutrientes, entre ellos la vitamina E. De acuerdo con el mencionado medio, las almendras, por mencionar algunos, son frutos secos con “mayor contenido de vitamina E y ácidos grasos saludables, como el omega-3″.
Al listado se suma un vegetal de hoja verde: la espinaca. Este alimento se caracteriza por tener una composición nutricional de gran valor, en la que figura la vitamina E. La entidad Mayo Clinic, además, afirma que se puede obtener este nutriente mediante la ingesta de aceite de canola, aceite de oliva, maníes y derivados lácteos.
¿Cuál es la cantidad de vitamina E que debe consumir una persona?
La cantidad sugerida de este nutriente varía dependiendo de la edad y las condiciones de salud de las personas. En este sentido, la guía informativa de la Oficina de Suplementos Dietéticos, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, detalla que la cantidad recomendada al día de esta vitamina es (se comparte las indicaciones textuales):
- Bebés menores de 6 meses de edad: 4 mg
- Bebés entre 7 y 12 meses de edad: 5 mg
- Niños entre 1 y 3 años de edad: 6 mg
- Niños entre 4 y 8 años de edad 7 mg
- Niños entre 9 y 13 años de edad 11 mg
- Adolescentes entre 14 y 18 años de edad 15 mg
- Adultos 15 mg