Vida Moderna
Perdida repentina de peso, esta es su relación con el alzhéimer
El mal de Alzheimer es una enfermedad neurológica progresiva e incurable que afecta, principalmente, a las personas mayores de 65 años.
La reducción de peso que se elige de manera consciente (como resultado de la actividad física y/o la adopción de una dieta) puede desempeñar un papel positivo en la mejora de la salud para aquellas personas que padecen sobrepeso u obesidad. Sin embargo, la pérdida de peso no intencionada (que no está vinculada a dietas, ejercicio u otros esfuerzos deliberados por adelgazar), especialmente cuando ocurre en un período corto, puede ser un signo de problemas de salud.
Adicionalmente, se reconoce que la disminución de peso (incluso debido a la pérdida de masa muscular) es un fenómeno común relacionado con el proceso de envejecimiento. Por lo tanto, el portal quironsalud.com señaló que “la pérdida gradual de peso que ocurre de manera no intencionada, especialmente en personas de edad avanzada, no necesariamente indica una patología, aunque es prudente buscar la opinión de un profesional de la salud en caso de incertidumbre”.
Pérdida de peso en la enfermedad de Alzheimer
La reducción de peso puede manifestarse a lo largo de la progresión de la enfermedad de Alzheimer, siendo más usual en sus etapas avanzadas. Esto puede ser resultado de cambios en los comportamientos que afectan los hábitos alimentarios, además de un aumento en el gasto energético. Es importante señalar que ciertas personas con demencia presentan inquietud constante, movimiento repetitivo o deambulación sin un propósito aparente, lo que puede incrementar la quema de calorías.
De acuerdo con el blog fpmaragall.org, “es esencial considerar que algunas medicaciones recetadas para tratar los síntomas del alzhéimer, como los inhibidores de la acetilcolinesterasa, ocasionalmente pueden generar síntomas gastrointestinales y una pérdida de apetito que lleve a una disminución de peso”.
Tendencias
Pérdida de peso como posible indicador precoz de alzhéimer
En otro enfoque, existe creciente evidencia de que algunas personas con alzhéimer comienzan a experimentar pérdida de peso antes de que se manifieste el declive cognitivo. Esto sugiere que la reducción de peso podría anticipar un deterioro cognitivo relacionado con esta enfermedad.
Un reciente estudio realizado en el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), bajo la dirección del Dr. Oriol Grau, ha revelado que “la pérdida de peso en individuos sin signos de deterioro cognitivo se relaciona con la presencia de las proteínas beta-amiloide y tau en el cerebro, las cuales se conocen por acumularse en la enfermedad de Alzheimer”.
En concreto, durante un período de seguimiento de aproximadamente cuatro años, se observó que aquellos con niveles más elevados de estas proteínas en el cerebro experimentaban una pérdida de peso del 1% por año, en comparación con los individuos con niveles normales de estas proteínas que se mantenían estables. Estos hallazgos destacan que los cambios en el peso asociados a la enfermedad de Alzheimer en sus etapas tempranas son sutiles y pueden pasar desapercibidos, aunque insinúan la posible utilidad de la pérdida de peso como un indicador temprano de deterioro cognitivo en personas con riesgo, como aquellas de edad avanzada que empiezan a notar alteraciones en su memoria.
Adicionalmente, estos descubrimientos sugieren que la pérdida de peso en personas con alzhéimer no se debería exclusivamente a los cambios de comportamiento que ocurren en etapas avanzadas, sino que la enfermedad misma podría inducir la pérdida de peso desde fases muy tempranas, cuando el deterioro cognitivo aún no existe o no es detectable. Los mecanismos subyacentes de esta pérdida temprana de peso aún no están completamente claros, aunque se han propuesto diversas hipótesis, incluyendo la posible afectación temprana de áreas como el hipotálamo (una región cerebral crucial en la regulación de la ingesta de alimentos y el gasto energético) o la alteración del sentido del olfato.
Tratamiento de la pérdida de peso en personas con Alzheimer
En caso de observarse una pérdida de peso no intencionada en individuos con Alzheimer, el Dr. Oriol Grau señala la importancia de consultar con el profesional de salud de confianza. Este paso resulta esencial para descartar posibles causas subyacentes y direccionar el tratamiento hacia la causa más probable. Aunque la pérdida de peso sea una manifestación común en personas con Alzheimer, se enfatiza la necesidad de no pasar por alto otras potenciales causas que puedan requerir enfoques diferentes.
Además de investigar las posibles causas, es fundamental garantizar que los afectados reciban una nutrición adecuada en términos de cantidad y calidad. Si la pérdida de peso persiste a pesar de esto, podría considerarse la incorporación de suplementos alimenticios y/o medicamentos que estimulen el apetito, siempre bajo la supervisión y orientación médica.