Vida Moderna
Pesadillas: cuáles son las causas y cómo controlarlas
Las pesadillas son comunes en niños, pero pueden manifestarse a cualquier edad.
Las pesadillas son un sueño que puede producir angustia, miedo, ansiedad o terror y la mayoría de las pesadillas se producen en la fase REM del sueño, que se caracteriza por el movimiento rápido de los ojos bajo los párpados, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España.
Asimismo, ese portal explicó que las pesadillas pueden ser una forma de liberar las tensiones del día y gran parte de las pesadillas no son consideradas como un problema importante. Estas comienzan a aparecer alrededor de los 10 años y se producen con mayor frecuencia durante la etapa infantil. Aunque esto no significa que no se presenten durante la edad adulta.
De hecho, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que una pesadilla puede tener estas características
- El sueño parece vívido y real, y es muy perturbador y a menudo se vuelve más inquietante a medida que el sueño se desarrolla.
- La trama del sueño está relacionada con amenazas a la seguridad o la supervivencia, pero puedes tener otros temas inquietantes.
- El sueño hace que la persona se despierte; hace sentir temor, ansiedad, enojo o tristeza; la persona traspira y el corazón palpita fuertemente mientras se está en la cama.
- La persona puede pensar con claridad al despertarse y recordar detalles del sueño; el sueño provoca aflicción e impide volver a dormir con facilidad.
Sobre la misma línea, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, indicó que las pesadillas se pueden desencadenar por:
- Un nuevo fármaco recetado por el médico.
- Abstinencia alcohólica de manera abrupta.
- Tomar demasiado alcohol.
- Comer justo antes de ir a la cama.
- Drogas ilícitas.
- Enfermedad con fiebre.
- Medicamentos o ayudas para dormir de venta libre.
- Suspensión de ciertos fármacos como somníferos u opiáceos para el dolor.
No obstante, las pesadillas repetitivas también pueden ser un signo de:
- Trastorno de la respiración durante el sueño (apnea del sueño).
- Trastorno por estrés postraumático (TEPT), que puede ocurrir después de haber visto o experimentado un acontecimiento traumático que implicó una amenaza de muerte o lesión.
- Trastornos de ansiedad o depresión más graves.
- Trastorno del sueño (por ejemplo, narcolepsia o trastorno de terror nocturno).
Recomendaciones
Por tal razón, el Grupo Sanitas enumeró en su portal varias recomendaciones para controlar las pesadillas tales como:
- Acostarse y levantarse todos los días a la misma hora.
- Evitar las comidas copiosas antes de acostarse.
- Cenar al menos dos horas antes de acostarse.
- Reducir o evitar el consumo de alcohol, cafeína o sustancias estimulantes.
- Evitar drogas o fármacos psicoactivos.
- Mantener unas condiciones ambientales adecuadas: temperatura, ventilación, iluminación, etc.
- Realizar actividad física moderada al final de la tarde.
- Practicar ejercicios de relajación antes de acostarse si notamos que estamos nerviosos, ansiosos o tenemos problemas emocionales.
- Tomar baños a temperatura corporal antes de acostarse para favorecer la relajación.
- Utilizar tapones para los oídos si hay un ruido ambiental excesivo que impide conciliar el sueño con normalidad.
- Si las pesadillas se producen coincidiendo con el inicio de un tratamiento farmacológico, hay que consultar con el médico por si pudiera tratarse de un efecto adverso.
Asimismo, señaló que algunos expertos sugieren escribir en un papel todo lo relacionado con la pesadilla, para luego leerlo en voz alta, romper el papel y tirarlo. El subconsciente lo percibirá con un efecto terapéutico.
Por otro lado, si el paciente es un niño es posible que se sienta más relajado si duerme acompañado de un muñeco o peluche que le ayude a sentirse más seguro.
Por último, si las pesadillas persisten o no desaparecen lo mejor es consultar con un especialista o un psicólogo que nos pueda ayudar a buscar la razón de estos sueños.