Uñas - pies
El pie diabético es un conjunto de alteraciones que aparecen en los pies de las personas con diabetes no controlada | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Pie diabético: cinco remedios naturales para combatirlo

El control de los niveles de glucosa en la sangre (azúcar en la sangre) también puede ayudar a mantener los pies sanos.

2 de marzo de 2023

Los problemas en los pies son comunes en personas con diabetes y pueden ocurrir con el tiempo cuando los niveles altos de azúcar en sangre dañan los nervios y los vasos sanguíneos de los pies, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, explicó que el daño a los nervios, llamado neuropatía diabética, puede provocar entumecimiento, hormigueo, dolor o pérdida de sensibilidad en los pies.

El pie diabético es una de las consecuencias derivadas de un estado avanzado de esta enfermedad.
El pie diabético es una de las consecuencias derivadas de un estado avanzado de esta enfermedad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Por ello, el portal Mejor con Salud reveló algunos remedios naturales para combatir la afección.

  • Aloe vera: al aplicar en el lugar de la inflamación se reduce la molestia.
  • Miel: Por sus propiedades antiinflamatorias, al aplicarse en la zona afectada se reduce la incomodidad.
  • Raíz de ruibarbo: cuando se aplica sobre la piel neutraliza la infección.
  • Café: la cafeína aumenta el flujo de sangre lo cual es ideal para prevenir problemas circulatorios.
  • Soja: también estimular el flujo de sangre.
Planta de pie
La diabetes puede disminuir la cantidad de flujo sanguíneo en los pies. | Foto: Getty Images

Consejos para tener los pies sanos

  • Revisar los pies todos los días en busca de cortes, enrojecimiento, hinchazón, llagas, ampollas, callos, durezas o algún otro cambio en la piel o las uñas.
  • Lavarse los pies todos los días con agua tibia (no caliente) y no dejarlos remojar. Además, es importante secarlos completamente.
  • No caminar descalzo para evitar las lesiones.
  • Utilizar zapatos que queden bien.
  • Cortarse las uñas de los pies en línea recta y luego limarse suavemente las asperezas.
  • Hacerse revisar los pies en cada visita de atención médica y visitar al especialista de los pies cada año (más seguido si tiene daño a los nervios) para que este realice un examen completo, lo cual incluirá revisar la sensación y la circulación de sangre en los pies.
  • Elegir actividades no riesgosas para los pies, como caminar, andar en bicicleta o nadar.
  • No fumar, ya que esto dificulta la circulación de sangre por el cuerpo y reduce la cantidad de oxígeno en la sangre.
Uñas - pies
La mayoría de las personas con diabetes pueden prevenir las complicaciones graves en los pies. | Foto: Getty Images

Por su parte, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, es importante asistir a un especialista si se presenta:

  • Uñas encarnadas.
  • Ampollas.
  • Bultos de color carne con puntos oscuros (verrugas plantares) en la planta.
  • Pie de atleta.
  • Llagas o heridas abiertas.
  • Hinchazón.
  • Enrojecimiento.
  • Calor en una zona.
  • Dolor (aunque es posible que no sientas nada si tienes dañados los nervios).
  • Manchas en la piel.
  • Olor desagradable.
  • Una úlcera que dura más de una a dos semanas.
  • Una úlcera de tamaño superior a 3/4 pulgadas (2 centímetros).
  • Una llaga que no cicatriza rápidamente.
  • Una úlcera tan profunda que se ve el hueso por debajo.

“Si se te forma una úlcera en el pie, es importante que recibas atención médica de inmediato. La mayoría de las amputaciones de la parte inferior de las piernas y los pies comienza con úlceras en el pie. Una úlcera que no cicatriza provoca un daño grave en los tejidos y los huesos. Es posible que sea necesario extirpar quirúrgicamente (amputación) un dedo del pie, el pie entero o una parte de la pierna”, señaló la entidad sin ánimo de lucro.

De hecho, es importante señalar que los factores que contribuyen a un riesgo más alto de amputación incluyen los siguientes:

  • Niveles elevados de glucosa en la sangre.
  • Fumar.
  • Daño en los nervios de los pies (neuropatía periférica).
  • Callosidades o callos.
  • Deformidades en los pies.
  • Mala circulación en los brazos y las piernas (enfermedad arterial periférica).
  • Antecedentes de úlceras en los pies.
  • Amputación previa.
  • Problemas de visión.
  • Enfermedad renal.
  • Presión arterial alta, superior a 140/80 milímetros de mercurio (mm Hg).

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.