SALUD
Pie diabético: ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?
Este padecimiento puede provocar daños en los vasos y nervios que pueden derivar en úlceras que, de no tratarse de manera adecuada, pueden generar amputaciones.
Los altos niveles de glucosa en la sangre le pasan factura de muchas maneras a las personas que tienen este padecimiento. El pie diabético es una de las afecciones a las que se enfrenta un importante porcentaje de pacientes que tienen problemas de azúcar.
Dos de los riesgos de estos pacientes son la disminución de la sensibilidad y la mala circulación del pie, que pueden derivar en la formación de úlceras que si no son tratadas a tiempo, pueden agravarse y llevar incluso hasta la amputación del pie o de la pierna.
La mayoría de las heridas son causadas por una disminución de la sensibilidad del pie y surgen en la planta o en las zonas cercanas al hueso, como los nudillos de los dedos, según indica la Clínica Universidad de Navarra, en España.
Tendencias
De acuerdo con MedlinePlus, cuando las personas tienen el azúcar muy alto es posible que no sientan una cortadura, una ampolla o una llaga. Las lesiones como éstas en el pie pueden causar úlceras e infecciones. El daño en los vasos sanguíneos también puede significar que los pies no reciben suficiente sangre y oxígeno. De esta forma, es más difícil que las heridas puedan curarse.
Para tratar de evitar estos problemas lo primero que las personas deben hacer es trabajar para controlar los niveles de azúcar en la sangre. También es esencial una buena higiene de los pies.
Los especialistas recomiendan revisar los pies todos los días, lavarlos bien, mantener la piel humectada y suave, limar los callos si aparecen, contarse las uñas de manera regular, vestir medias y zapatos en todo momento, proteger los pies del frío y el calor y vigilar que haya una adecuada circulación.
En el caso de que un paciente observe una úlcera, deberá acudir lo antes posible al especialista. No únicamente para curarla, sino para diagnosticarla y diseñar un tratamiento personalizado que sea adecuado para su caso tendiendo en cuenta los antecedentes.
Causas
Hay varios factores que pueden incidir en el pie diabético. Básicamente son: la neuropatía periférica, la enfermedad vascular periférica y la inmunopatía.
De acuerdo con los especialistas, la neuropatía periférica es la causa más importante del pie diabético. Afecta los nervios sensoriales (altera la sensibilidad periférica ante estímulos dolorosos) y también los motores, atrofiando los músculos del pie y generando deformaciones.
Por su parte, la enfermedad vascular periférica en personas diabéticas se manifiesta con lesiones arterioescleróticas en varias regiones arteriales. Según el Instituto Mayo Clinic, esta enfermedad es un problema circulatorio frecuente en el que las arterias que se quedan estrechas reducen el flujo sanguíneo a las extremidades.
En los pacientes que enfrentan este padecimiento, generalmente las piernas, no reciben un flujo sanguíneo suficiente para satisfacer la demanda. Esto provoca síntomas, como dolor en las piernas al caminar. Uno de los mayores problemas es que, pese a la estrecha relación existente entre el llamado pie diabético y la mencionada enfermedad, esta última no es diagnosticada correctamente en la mayoría de los diabéticos por lo que es muy frecuente que ellos se enfrenten a la formación de las úlceras.
De igual forma, la microangiopatía diabética es otro factor determinante en la isquemia del pie diabético. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que no es obstructiva pero sí funcional, por lo que puede favorecer la infección pero no es determinante en la isquemia de la extremidad que se ve afectada.
Respecto a la inmunopatía del paciente con diabetes, se refiere a la alteración de la función leucocitaria, como consecuencia de hiperglucemia. Esto favorece la infección de las úlceras.
Síntomas
Los principales síntomas relacionados con el pie diabético se relacionan con la pérdida de la percepción ante estímulos dolorosos, presiones excesivas, cambios de temperatura y propiocepción del pie.
También está la atrofia y debilidad de la musculatura de la extremidad inferior, lo que produce deformidades de los pies y aumento de las presiones en determinadas zonas del pie, además de sequedad en los pies, dejando la piel más frágil y con tendencia a agrietarse y edemas y distensiones vasculares.