VIDA MODERNA
Piel a los 40 años: ¿cómo cuidarla de las impurezas que aparecen con el paso del tiempo?
Con la edad, muchos aspectos del cuerpo van cambiando y la piel es uno de ellos, pues va necesitando de más cuidados para mantenerla radiante.
A partir de los 40 años, el cuidado de la piel se convierte en el gran motivo de preocupación para las personas, en especial, para las mujeres.
Una vez se llega a esa edad, la dermis del rostro comienza a perder elasticidad, luminosidad, las arrugas empiezan a marcarse y hasta pueden aparecer las primeras manchas. Llevar a cabo una rutina de cuidado diario es fundamental si lo que se quiere es mantener una piel bonita y firme durante más tiempo.
Para ello, Germaine Goya, el centro de estética más importante de Madrid, España, explicó lo que le ocurre al cutis una vez se llega a los 40 y propuso algunos tratamientos profesionales, pensados para diferentes tipos de piel, con los que hacer frente a los signos de envejecimiento y volver a lucir un aspecto de lo más natural y seductor.
1. La flacidez genera pérdida de firmeza en el rostro, es decir, las fibras que sostienen la piel disminuyen y, por tanto, se reduce la concentración de elastina y colágeno, generando menor elasticidad y resistencia de la misma. Es muy común que, a partir de esta edad, aparezca en zonas como la mandíbula, la papada, los surcos al final de la nariz y los párpados.
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3. La desnutrición o sequedad de la piel se manifiesta al disminuir las glándulas sebáceas, encargadas de sintetizar el sebo y lubricar y proteger la superficie de la piel. Independientemente del tipo de piel, el rostro puede resecarse en cualquier momento.
4. A partir de los 40 años, los pigmentos se alteran y empiezan a salir las primeras manchas debido, normalmente, a una previa y excesiva exposición solar en las zonas más visibles: el rostro, el cuello, el escote o los hombros.
5. Uno de los signos que más delatan la edad son las arrugas. Estás líneas de expresión formadas en el entrecejo, la frente o el contorno de los ojos se acentúan con los años a causa del resquebrajamiento de las fibras de las dermis. Son la consecuencia de la disminución del colágeno y la falta de elasticidad, entre otros.
7. La limpieza es vital para el mantenimiento de la naturalidad de la piel. Usar un gel limpiador o jabón facial pueden ser las mejores opciones para abrir los poros, recuperar la frescura a la piel y eliminar la suciedad depositada en cara durante la jornada.
8. Asimismo, se debe hacer especial hincapié tanto en la hidratación externa como en la interna. Beber al menos dos litros de agua al día ayudarán a mejorar y ganar la firmeza, la elasticidad y la luminosidad perdida.
9. Los tratamientos “antiaging” ayudan a reducir las marcas. Usa cremas y suplementos ricos en vitaminas C, como los sérums, o en ácido hialurónico, como los contornos de ojos, para mantener hidratada la zona y aumentar su volumen.
10. Dormir bien es fundamental para que la piel regenere. Se recomienda hacerlo durante 7 - 9 horas diarias, pues los signos del cansancio se reflejan en el rostro mediante la aparición de arrugas, bolsas y ojeras y un tono de piel más apagado.