Vida moderna
Piel de porcelana: así se usa el agua de arroz para rejuvenecer el rostro y limpiar la piel
Esta bebida no solo ayuda a obtener una piel saludable, sino que también permite tratar el acné.
En muchos países orientales, el agua de arroz es un ingrediente que se aprovecha como tónico antiedad, aunque a su vez es utilizado para brindarle protección y luminosidad extra a la piel.
De acuerdo con los expertos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el arroz es un cereal y una fuente de vitamina B6 y niacina. Dependiendo de su variedad, puede aportar otros nutrientes, aunque en menor cantidad. Para prepara el arroz se requiere integrarlos con agua, lo que conforma una mezcla ideal que puede aportar antioxidantes, minerales, vitamina E y otros nutrientes que son beneficiosos para la salud de la piel y el resto del cuerpo.
La revista Mejor con Salud indica que de los granos de arroz se obtiene el agua fermentada que es funcional para realizar mascarillas faciales y capilares. Asimismo se le atribuyen propiedades hidratantes, suavizantes, seborreguladoras y antiinflamatorias.
Entre todos los usos que se le puede dar al agua de arroz, el más funcional es como tónico natural para la piel. Esto se debe a las propiedades del arroz, pues ayudan a suavizar la piel, tonificarla y mejorar su aspecto. Del mismo modo, el agua de arroz ayuda a reducir el número de impurezas y células muertas, y a su vez, mejora la acción de los agentes que mitigan el impacto de los rayos UV.
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Para realizar y utilizar en la piel esta bebida natural se requieren las siguientes indicaciones:
Ingredientes
- ½ taza de arroz blanco (100 g).
- 4 tazas de agua.
Prepracion: en primer lugar se debe hervir el agua en un recipiente. Cuando esté en su punto de ebullición agregar el arroz y dejar hervir por 20 minutos a fuego lento. Después, colar el arroz y preseevar el agua en un recipiente en el refrigerador por varios días.
Uso: se debe humedecer un algodón con el agua de arroz y frotarlo en el rostro completamente limpio para dejar secarlo. Lo más recomendado es dormir con el producto aplicado y repetir la aplicación todos los días para obtener los resultados deseados.
Adicional a ello, el agua de arroz también se puede utilizar para tratar el acné, porque ayuda a mitigar la inflamación de los granos que produce el acné. También sus propiedades antiinflamatorias y astringentes, ayudan a eliminar las impurezas de la dermis. Para utilizar este producto con este fin se debe seguir las siguientes indicaciones de Mejor con Salud:
Adicional a ello, el de arroz también se puede utilizar para tratar el acné, porque ayuda a mitigar la inflamación de los granos que produce el acné. También sus propiedades antiinflamatorias y astringentes, ayudan a eliminar las impurezas de la dermis. Para utilizar este producto con este fin se debe seguir las siguientes indicaciones de Mejor con Salud:
- Se debe aplicar de forma directa sobre los comedones con ayuda de un algodón o paño.
- Repetir su uso dos veces al día, todos los días.
- En caso de tener dudas sobre su aplicación, es importante consulta con el dermatólogo para mitigar cualquier tipo de reacción adversa.
Esto le pasa a la piel si se sobrehidrata todos los días
El portal web Consumo Claro, indica que aplicar capas y capas de hidratante en exceso, sin haber limpiado la zona, no es la mejor forma de proteger e iluminar este órgano, ya que la piel solo puede absorber cierta cantidad. Al aplicar una cantidad excesiva de cremas hidratantes, esto puede provocar graves consecuencias para la piel. A continuación, el portal en mención lista las consecuencias a las que se debe prestar mayor atención:
- Piel escamosa: al realizar una hidratación excesiva sobre la piel, el proceso de reparación se estresa y el estado de la piel se deteriora. Como tal, esto se puede manifestar de múltiples forma como lo es la piel seca, escamosa, irritación y enrojecimiento.
- Producción de acné: a pesar de que esta afección cutánea se da por genética, alteraciones hormonales y el consumo de algunos alimentos; también puede aparecer por el uso de cremas hidratantes más densas, que se cree que nutren en profundidad y eliminan la sensación de tirantez y escozor. No obstante, este tipo de cremas, por el contrario, puede facilitar la aparición de acné o eczema en personas con predisposición.