CELULITIS
¡Pilas! Estos son los cinco alimentos que debería evitar para mitigar la celulitis de su cuerpo
Los alimentos procesados y la sal en exceso suelen contribuir a generar este problema en la piel.
La celulitis es una enfermedad del metabolismo que se ocasiona usualmente por una acumulación de células grasas en una parte de la piel. Su consecuencia es que la piel se vea abultada e irregular, o con pequeñas depresiones.
La enfermedad, que también se conoce como “piel de naranja”, suele afectar en mayor medida a las mujeres que a los hombres y se ubica usualmente en los muslos o en los glúteos. También puede producirse durante cambios hormonales como el embarazo o la misma pubertad. Y si bien es un padecimiento relacionado con cambios hormonales, una sana alimentación también puede ayudar a mitigar el impacto de sufrir de celulitis, ya que puede disminuir la grasa localizada, como asegura el nutricionista de Medicadiet Álvaro Sánchez, citado por el medio La Vanguardia.
Existen, según el experto, alimentos que son ricos en antioxidantes y que pueden ayudar a contribuir a la desaparición de la grasa localizada, como las frutas y las verduras, mientras que otros, como los ultraprocesados o los que contienen grasas añadidas, pueden favorecen la aparición de dicha grasa.
De acuerdo con la coach experta en temas saludables Natalia Calvet, también citada por La Vanguardia, “sin perder de vista que existe un componente genético no cabe duda que los hábitos de vida y la alimentación pueden contribuir a mejorar y, sobre todo, prevenir la aparición de celulitis, que se produce cuando el tejido adiposo se deforma”.
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En este sentido, además del ejercicio físico, que ayuda a que la grasa se distribuya mejor por el cuerpo, la experta recomienda eliminar de la dieta los siguientes alimentos:
1. Cereales en el desayuno
Si bien existen algunas marcas que tienen propuestas saludables y libres de aditivos, la mayoría de los cereales para el desayuno suelen ser alimentos ultraprocesados que, además de contribuir a aumentar la grasa localizada del cuerpo, son ricos en azúcares y harinas refinadas que pueden producir un aumento de peso. “Tanto los cereales como otros ultraprocesados de desayuno como las galletas o la bollería contienen azúcares añadidos, generalmente en grandes cantidades, y estos potencian la aparición de celulitis”, explica Calvet a La Vanguardia.
2. Pan blanco
Las harinas refinadas favorecen la retención de líquidos y, por lo tanto, la formación de celulitis, según afirma la experta. En este sentido, es clave sustituir este tipo de alimentos por versiones integrales que contienen fibra y que son más fáciles de metabolizar en el organismo.
3. Gaseosas y bebidas azucaradas
Los refrescos azucarados no suelen ser buenos para combatir la celulitis. Según Calvet, la bebida ideal para hidratarse y, en general, para acompañar las comidas, debe ser el agua. Esta permite que se reduzca la retención de líquidos, lo que influye directamente en la formación de celulitis.
En cuanto a las infusiones y los suplementos, asegura que no hay evidencias de que estos contribuyan a la retención de líquidos. “Suele ocurrir que mucha gente se siente mejor porque con estos suplementos, que en ocasiones se diluyen en agua, va más al baño, algo que en ocasiones ocurre únicamente porque se bebe más, sin saber que su consumo excesivo puede dar lugar a una pérdida de electrolitos”, aseguró.
4. Embutidos
Las carnes procesadas también pueden empeorar el aspecto de la celulitis en el cuerpo, según afirma la experta, ya que contienen grasa de mala calidad al ser alimentos ultraprocesados.
Sin embargo, afirma que si bien siempre se ha pensado que la grasa es mala, lo cierto es que existen grasas que no afectan el cuerpo, como las que provienen del aceite de oliva, el aguacate, el pescado o los frutos frescos.
5. Café
De acuerdo con La Vanguardia, se ha relacionado el consumo de cafeína con el empeoramiento de la celulitis porque esta contribuye a retener líquidos e interfiere en la oxigenación de los tejidos, pero son afirmaciones que no son concluyentes y no existen evidencias científicas al respecto.