Vida moderna
¡Pilas! Estos son los trucos que le ayudarán a madrugar sin esfuerzo
Despertar temprano puede brindar ventajas en diferentes aspectos de la vida, y esta puede ser la forma de lograrlo.
De acuerdo a las horas del día en que una persona es más productiva, se le cataloga como búho o alondra. Quienes prefieren madrugar son a los que se les llama alondras, pues aprovechan la energía inmediatamente después del descanso de la noche. Por el otro lado están los búhos, quienes prefieren comenzar su jornada casi al mediodía, y tienen sus horas más productivas en la noche.
Aún si usted es de los que se identifica como búho, pero quisiera despertar con más claridad mental y energía, puede poner en práctica algunas de estas estrategias que no están de más y le pueden resultar provechosas para su día a día y que son sugeridas por el sitio web Cuerpomente, de España, enfocado en temas de salud y bienestar.
Ajuste la hora de ir a la cama: un adulto debe dormir alrededor de 8 horas, para obtener un sueño reparador. Si duerme menos que eso, seguramente sentirá que se despierta cansado. Para lograr este objetivo es clave establecer una hora para acostarse y también para despertarse. Lo primero para acostumbrar al cuerpo a un horario de descanso. Y si lo necesita puede ayudar poner un reloj despertador y cambiarlo cada noche de lugar dentro de la habitación.
Relajación: será difícil conciliar el sueño si ni su cuerpo ni su mente se encuentran en relativa calma. Por esto desde las últimas horas de la tarde debe ir disponiéndose para el descanso. Para esto apague las luces fuertes, pues estas pueden inhibir la secreción de melatonina, la llamada hormona del sueño. En ese orden de ideas, evite también usar su celular, computador e incluso ver televisión, al menos una hora antes de la hora a la que quiere dormirse.
Disponga el cuarto: esto ayudará en gran medida a tener una buena calidad de sueño. Cerciórese de que el lugar en el que duerme sea cómodo, es decir que no entre luz en la noche y que sea un espacio aislado de ruidos. Ayuda no tener un televisor en este lugar, y apagar el celular para evitar interrupciones durante las horas de sueño.
Al despertar: si usa despertador cerciórese que tenga un sonido que resulte turbador para sacarlo de sus sueños. No recurra al truco de apagar el despertador y volver a dormir unos minutos más, pues esto solo lo hará sentir más cansado cuando se levante de la cama. Si lo va a hacer necesitará programar dos alarmas, una hora y media antes que la otra. La razón de esa duración es porque será el tiempo necesario para que su cuerpo logre un ciclo de sueño nuevamente y así usted pueda despertar en completa calma.
Exposición a la luz: Cuando despierte para detener la secreción de melatonina, es necesario recibir luz. Por esto es bueno correr las cortinas para dejar entrar esos primeros rayos de sol. Los expertos recomiendan incluso si le es posible, dar una corta caminata antes de desayunar para recibir la energía del sol.
La primera bebida: contrario a lo que se acostumbra, un vaso de agua al despertar puede ser mucho más efectivo que una taza de café. Esto, porque mientras se está durmiendo el cuerpo tiende a deshidratarse un poco, y esto ocasiona algo de fatiga. Al beber agua se activa el cuerpo de la manera adecuada, el café o té, es mejor tomarlo un par de horas después, cuando los niveles de cortisol se hayan incrementado naturalmente. De ahí que algunos perciban que el café de la mañana los revoluciona más de lo normal.
Ejercicio matutino: una rutina de ejercicios básica, incluso unos pocos estiramientos, son ideales para activar los músculos del cuerpo y liberar endorfinas. Sin mucha intensidad se puede beneficiar y ya después dedicar más tiempo a ejercicios cardiovasculares.
Desayuno clave: la alimentación siempre será de gran ayuda para conseguir las calorías y nutrientes esenciales. Incluya en la primera comida del día frutos secos y pan integral que son ideales para esos aportes.
Fin de semana: para mantener un buen ritmo de descanso, no modifique sus horarios durante los fines de semana. Acostarse más tarde, o dormir por más tiempo aunque pueda, solo le hará más difícil el día que necesite despertar temprano.