Planta japonesa que alarga la vida y cuida la salud

El avance de la ciencia ha permitido hacer importantes descubrimientos que aportan a la solución de problemas de salud. Entre ellos está conocer y aplicar los beneficios de las plantas, muchas de las cuales contribuyen a tratamientos que, en muchas ocasiones, resultan muy costosos para los pacientes.

Y es que se han descubierto, en muchas de las plantas alrededor del mundo, propiedades antioxidantes que retrasan el envejecimiento, anticancerígenas, antiinflamatorias e, incluso, la capacidad para retrasar la apoptosis o muerte celular programada.

Adicionalmente, se han detectado algunas con alto contenido de vitaminas y ácidos grasos insaturados que aportan significativamente a la salud cardiovascular, al reducir los niveles de colesterol.

Los estudios siguen y quedan muchas propiedades por descubrir, pero los que actualmente han recibido el visto bueno científico han sido reconocidos por centros médicos para tratamientos como el cáncer y enfermedades degenerativas.

Es el caso de la planta Ashitaba (Angelica keiskei Koidzumi), procedente de Japón, la cual ha despertado el interés de los científicos, especialmente para ser utilizada como un remedio contra el envejecimiento, de acuerdo con un estudio adelantado por investigadores de la Universidad de Graz, en Austria.

Las conclusiones del estudio fueron publicadas en la revista médica Nature Communications, en el que se sugiere que esta planta podría ayudar a retrasar algunos procesos relacionados con el envejecimiento.

Los especialistas se enfocaron en analizar una colección de 180 flavonoides en busca de prometedores hallazgos y lograron descubrir la eficacia de un compuesto en particular, conocido como 4,4′-dimetoxicalcona (DMC), un compuesto natural con propiedades anti-envejecimiento y que está presente en la ashitaba.

Las investigaciones estuvieron encabezadas por el biólogo molecular español Didac Carmona-Gutiérrez, junto con otros expertos de la Universidad de Graz, determinaron que la administración externa de DMC prolongaba la vida útil de levaduras, gusanos y moscas, ralentiza la senescencia (proceso de envejecimiento) de cultivos celulares humanos y protegía a los ratones de la isquemia miocárdica prolongada.

“Al mismo tiempo, el DMC induce la autofagia, un proceso por el cual el organismo ‘recicla’ las células que tienen algún daño y las reemplaza por otras sanas”, de acuerdo con el estudio.

Adicionalmente, esta planta es conocida por sus propiedades medicinales y nutricionales. En Japón se utiliza como un tónico para el hígado y los riñones, ya que ayuda a desintoxicar el cuerpo, a mejorar la función hepática y renal, así como fortalecer el sistema inmunológico.

Igualmente, se usa para aliviar la fatiga, mejorar la circulación sanguínea y promover la salud gastrointestinal. Debido a sus propiedades ayuda a reducir los niveles de colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Dentro de los beneficios también se encuentra sanar las heridas al promover una mejor cicatrización

Debido a su capacidad de disminuir el exceso de ácido en el estómago, ayuda a solucionar problemas gastrointestinales, como la acidez estomacal o el reflujo ácido. Así mismo, contribuye a aliviar estos síntomas y promover una digestión más saludable.

Centella asiática

Otra planta, es la centella asiática, que es una planta que es muy utilizada y estudiada por la medicina tradicional china.

También es conocida como ayurvédica. Se le atribuyen propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias, psiconeurológicas, angiogénicas, antimicrobianas, antiproliferativas, inmunomoduladoras, antimutagénicas, anticonceptivas y antioxidantes.

Por eso es usada en tratamientos como la lepra, úlceras gastroduodenales, anemia, cáncer, diabetes, depresión y ansiedad, quemaduras, infecciones de piel y mucosas y enfermedades del aparato digestivo y urinario.

Así mismo, la ciencia ha permitido descubrir los beneficios de otras plantas como el curry, utilizado en medicina ayurvédica por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antimicrobianas, antihipercolesterolémicas y protectoras del hígado.

Otra es el regaliz, que en la presentación de cápsulas, ungüentos y aceites, está indicado para el tratamiento del dolor artrítico, asma, gastritis, ansiedad, psoriasis y colitis.

El jengibre se ha empleado en afecciones del aparato digestivo (parasitosis intestinal, diarrea, dispepsia) y respiratorio (fibrosis quística, asma, amigdalitis, faringitis, neumonía), y también se le conocen propiedades antitusivas, expectorantes, antimicrobianas, analgésicas, carminativas y de estimulación sexual.

Por su parte, la pimienta, es usada por su eficacia frente a la gonorrea o la bronquitis crónica. Además, por contener piperina es antioxidante, estimulante de la pigmentación (usada en el tratamiento del vitíligo) y protectora del cerebro, por lo que se ha usado para tratar patologías neurodegenerativas.

Finalmente, a la cúrcuma, se le conocen propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias debido a su antioxidante natural.