SALUD
¿Por qué amanece el cuerpo adolorido y rígido?
La actividad física y una alimentación saludable son clave para tener un buen descanso.
El dolor en el cuerpo puede ocurrir como consecuencia de diversas situaciones. Puede estar asociado al estrés o a la ansiedad, o puede ser producto de las actividades del día a día, especialmente si la persona permanece mucho tiempo de pie, camina o hace ejercicio durante largos períodos de tiempo, precisa el portal Healthline.
Es natural que muchas de estas molestias desaparezcan luego de una noche de descanso. Sin embargo, puede ocurrir que, al levantarse, los dolores se evidencien, el cuerpo se sienta rígido o haya algún grado de fatiga. Especialistas aseguran que esto puede tener diversas explicaciones, las cuales podrían estar relacionadas con el equipo para dormir que la persona esté usando; es decir, la cama, colchón y almohada o también puede ser signo de algunas afecciones de salud.
No obstante, una mala postura al dormir también puede producir rigidez en las mañanas, sin que exista una enfermedad de base, aseguran los expertos.
El portal Túa Saúde indica que adoptar una posición incorrecta a la hora de dormir puede favorecer a la aparición de dolores en el cuerpo, debido a que se puede presentar sobrecarga en las articulaciones, principalmente en la columna, causando dolor.
Además de las posición para dormir, la calidad del sueño también puede favorecer el surgimiento de dolor en el cuerpo en las mañanas, debido a que cuando se duerme poco el organismo no tiene suficiente tiempo para regenerarse, por lo que no tiene la energía necesaria para funcionar correctamente. Cuando esto ocurre, es común que se comience a sentir un malestar general que se va agravando, produciendo dolor por todo el cuerpo.
Sin embargo, el tema puede resultar más complejo. Si el cuerpo o las articulaciones duelen al levantarse en las mañanas y esto sucede de manera frecuente, también puede ser señal de algún tipo de afección o enfermedad. Puede tener una causa inflamatoria.
Un artículo publicado en el diario El Mundo de España, indica que a medida que las personas se vuelven mayores aumenta el grado sistémico de inflamación. “Además de la edad, cuando existe una alteración hormonal debido al estrés, la falta de sueño, las malas posturas al dormir, el tener alimentación inadecuada se favorece la aparición de más biomarcadores de inflamación y, por tanto, se percibe más dolor al levantarnos”, asegura César Collazo García, licenciado en Ciencias de Actividad Física y el Deporte, en la mencionada publicación.
Otro factor que podría influir y que está relacionado con procesos inflamatorios es el grado de artrosis asociada a la edad en los tejidos que generan síntomas.
Según el portal Pshycology Today, la inflamación sistémica y de bajo grado se vuelve más común con la edad. Lo mismo ocurre con la rigidez matutina, el dolor, la incomodidad y el sueño no reparador. Los niveles de proteína C reactiva, un marcador inflamatorio clave, tienden a aumentar con el paso de los años en muchas personas.
Para hacerle frente a esta situación, los especialistas recomiendan manejar el estrés, mantener un peso saludable y ser físicamente activo.
Enfermedad autoinmune
Según la Asociación Americana de Enfermedades Autoinmunes Relacionadas, la prevalencia de este tipo de padecimientos ha venido en aumentando en los Estados Unidos y en otros países occidentales durante décadas.
Actualmente, se registran más de 80 trastornos autoinmunes identificados, incluyendo artritis reumatoide, lupus, enfermedad de Crohn, psoriasis, enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad celíaca. La inflamación, y con ella el dolor físico y la falta de sueño que pueden extenderse en la noche y hasta la madrugada son síntomas comunes de estos trastornos.
El exceso o falta de ejercicio es otro factor a tener en cuenta. Un estilo de vida sedentario puede provocar más dolor y rigidez por la mañana. La investigación muestra que el ejercicio mejora la calidad del sueño durante la vida adulta, así como también reduce el dolor físico al dormir y baja los niveles de fatiga diurna.
Sin embargo, el sobreentrenamiento puede provocar problemas para dormir y molestias. El insomnio es uno de los primeros síntomas. Para los expertos, hacer demasiado ejercicio o de forma intensa puede provocar lesiones e inflamación y dolor que interfieren con el sueño. “El ejercicio es excelente para el cuerpo, para la salud y para dormir, pero si se hace ejercicio demasiado intenso o con demasiada frecuencia, es probable que cause algunos efectos negativos, en el sueño y dolor por la mañana y durante el día”, precisa el portal Pshycology Today.