Salud
¿Por qué comer fuera de hora es perjudicial para la salud?
Entre los hábitos que mantienen el cuerpo saludable se encuentran los horarios fijos en los que se deben ingerir las comidas.
Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida; la lactancia materna favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo; además, puede proporcionar beneficios a largo plazo, entre ellos la reducción del riesgo de sobrepeso y obesidad y de enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida.
La composición exacta de una dieta diversa, equilibrada y saludable varía según las características individuales de cada persona (edad, sexo, estilo de vida y grado de actividad física), contexto cultural, alimentos disponibles localmente y hábitos alimentarios. Sin embargo, los principios básicos de lo que constituye una alimentación saludable siguen siendo los mismos para todos, según la Organización Panamericana de la Salud.
Por lo anterior, el portal Mejor con Salud indica que comer tarde luego de pasar un rato agradable con amigos o comer tarde después de una extensa jornada laboral son parte de los hábitos que muchas personas suelen tener, pero comer a deshoras puede traer problemas de salud.
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Es importante tener buenos hábitos alimentarios, los cuales incluyen elegir una dieta sana y equilibrada; también se debe tener cuidado con los horarios y el ambiente en el que se come. Algunas de las consecuencias de comer a deshoras son:
- Posibles deficiencias nutricionales: cuando se come en horas distintas cada vez, se pueden ver afectados los alimentos siguientes a esos. Lo anterior provoca que los nutrientes no sean ingeridos correctamente por el cuerpo.
- Consecuencias cardiometabólicas: comer de manera irregular puede estar asociado con la presión arterial elevada y el aumento de peso desmedido. Cabe mencionar que seguir un patrón regular de comidas genera en un impacto positivo en los valores de insulina máxima y en los niveles de colesterol LDL (bueno).
- Problemas de sobrepeso: sin tener en cuenta la cantidad de calorías consumidas durante el día, aquellas personas que comen de forma descontrolada, sobre todo en la noche, pueden aumentar su peso corporal.
- Síntomas digestivos: a largo plazo se pueden presentar malas digestiones, gases o ardor en el estómago. Cuando dichos problemas suceden en la noche, también afecta la calidad del sueño.
Teniendo en cuenta lo anterior, los expertos aseguran que el horario de las comidas juega un papel clave para mantenerse saludable. Por ejemplo, la ciencia ha demostrado que establecer la mejor hora del día para comer puede ser una estrategia para combatir la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y la obesidad, precisa Mejor con Salud.
Habituarse a un horario para ingerir las comidas más importantes del día forma parte de un estilo de vida saludable, pues el cuerpo tiene un sistema de cronómetros biológicos en todas las células que controlan los horarios para dormir, liberar hormonas, para la función cardíaca e incluso para comer.
Las horas en las que se ingieren los alimentos es clave porque así el cuerpo y el metabolismo pueden realizar el proceso para digerir y transformar los alimentos en nutrientes esenciales para el normal funcionamiento del organismo.
Según un artículo publicado por el medio digital Business Insider, cuando se trata del desayuno, lo recomendable es retrasarlo una hora después de que la persona se levanta, según indica Constance Brown-Riggs, vocera de la academia estadounidense de nutricionistas y dietistas.
Por otro lado, un estudio realizado por las universidades de Harvard y Murcia, publicado en la revista International Journal of Obesity, indica que comer a deshoras tiene incidencia en el reloj biológico y favorece problemas de salud como la obesidad.
En cuanto a la cena, lo más recomendable es que sea entre las 6:00 p. m. y las 6:30 p. m. Sin embargo, esto depende del momento en que la persona se va a dormir. Lo ideal es que este último alimento del día se consuma tres horas antes de meterse en la cama, con el fin de facilitar el proceso digestivo.