Vida Moderna
¿Por qué comer mucho en las noches provoca pesadillas?
El trastorno de pesadillas se puede clasificar de tres formas: leve, moderada y grave.
Es normal que en algún momento las personas tengan algún tipo de pesadilla. Sin embargo, cuando la situación se vuelve frecuente y se repite varias veces en la semana, puede alterar la cotidianidad y es aquí cuando se habla de un trastorno de pesadillas.
De acuerdo con la revista Mejor con Salud, no toda pesadilla es un trastorno, pero un trastorno sí se convierten en pesadilla. Lo anterior se explica en que las pesadillas se viven como sueños que pueden desencadenar distintas emociones, entre ellas el miedo, la ansiedad y la angustia. Suelen ser muy reales y al despertarse la persona las recuerda con mucha claridad.
En cambio, cuando se habla de un trastorno de pesadilla, se hace referencia a la presencia continua de los malos sueños, que suelen afectar el bienestar de las personas y les produce una sensación de agobio e intranquilidad.
Mejor con Salud explica los síntomas de este tipo de trastorno y a los cuales se les debe prestar mayor atención:
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- Presentación frecuente y continua de las pesadillas.
- Por lo general, durante el día se recuerda la pesadilla y cuesta desconectarse de ella, por lo que al evocarla, vuelve a provocar malestar. También es probable que se tenga dificultad para concentrarse y continuar las tareas diarias.
- Experimentar agotamiento y cansancio, por lo que el momento de descanso no es reparador.
- Tener cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, desgano o angustia.
Ahora bien, para comprender este trastorno, es importante detallar que existen muchas clasificaciones en función de su duración. Por ejemplo, cuando se habla de un trastorno de pesadilla agudo, hace referencia a las pesadillas tienen una duración de menos de un mes; el subagudo se da cuando la ocurrencia es de uno a seis meses; y la persistente, cuando se da por más de seis meses.
Asimismo, es oportuno señalar que las pesadillas no surgen de la nada, al contrario, hay factores que son detonantes de estas. Por ejemplo, uno de los factores es comer mucho en las noches justo antes de dormir.
Lo anterior tiene una razón científica. Un análisis realizado por el Centro de Trastornos del Sueño en Cleveland evidenció que consumir alimentos minutos antes de conciliar el sueño incrementa la temperatura del cuerpo y el metabolismo, lo cual genera una mayor actividad cerebral, provocando que se tengan pesadillas.
Hábitos que provocan las pesadillas
Manejo de traumatismos
- Según un estudio de 2015, las pesadillas pueden ser un síntoma importante del trastorno de estrés postraumático. Esto dificulta conciliar el sueño, provocando una sensación de cansancio al día siguiente.
- Algunas personas se despiertan con una sensación de tristeza o miedo después de las pesadillas, lo que les dificulta seguir el ritmo del día siguiente.
- Si esto sucede con poca frecuencia, es normal, pero si es común, entonces puede ser un signo de un trauma o memoria dañada.
Problemas psicológicos
- El pensamiento negativo y los problemas no resueltos tienen un papel muy importante en la definición de los sueños.
- Un estudio finlandés encontró que aquellos que estaban deprimidos o simplemente tenían una actitud negativa hacia la vida también tenían más pesadillas.
- Aunque la depresión es un factor relevante, el estrés diario generalizado también tiene un efecto significativo sobre las pesadillas y la calidad del sueño. El estrés, los conflictos no resueltos y las tragedias personales dan lugar a las pesadillas.
Consumo de alcohol
- Pese a que inicialmente el alcohol puede ayudar a conciliar el sueño, el mismo no resulta nada reparador.
- En algún momento, el alcohol se metaboliza y desaparece su efecto relajante, provocando frecuentes despertares nocturnos y pesadillas.
Efectos secundarios de algunos medicamentos
- Los medicamentos pueden contribuir a la aparición de una pesadilla. En particular, los antidepresivos, los fármacos para la presión arterial, los antihistamínicos y los esteroides son los principales culpables.
- Los medicamentos para la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la reducción del colesterol son menos comunes.