ALIMENTACIÓN
¿Por qué es malo cenar después de las 8 de la noche? Expertos dan la respuesta
Tenga cuidado si suele ingerir alimentos, especialmente “comida chatarra”, a altas horas de la noche.
Cenar muy tarde o ir “a la nevera” a medianoche, puede tener efectos adversos para el normal funcionamiento del organismo, debido a que la ingesta de comida en estos horarios puede derivar en complicaciones en la salud al afectar el metabolismo, lo que puede provocar la generación de enfermedades.
De acuerdo con un artículo de La Razón de España, comer a altas horas de la noche engorda, aumenta los niveles de azúcar en sangre, alterar el sueño y no ayuda a la correcta digestión de los alimentos, razón por la que, al “ir a la cama”, las personas suelen sentirse pesadas y no logran tener un buen descanso.
Así mismo, investigaciones como la realizada por la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania señalan que comer tarde por la noche aumenta los niveles de glucosa e insulina que conducen a la diabetes de tipo 2. También informes de la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association) indican que el consumo de alimentos en estos horarios altera los niveles de colesterol, provocando el riesgo de un ataque al corazón o infarto. Se estima que hay un 55% de posibilidad de padecer una enfermedad cardíaca si se cena tarde.
En sintonía con lo anterior, la agencia Europa Press destacó un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, donde la revista de la Sociedad Endocrina norteamericana revela los impactos que ocasiona el comer tarde con el aumento de peso u obesidad, el síndrome metabólico y el desarrollo de otras patologías.
“Este estudio arroja nueva luz sobre cómo comer una cena tardía empeora la tolerancia a la glucosa y reduce la cantidad de grasa quemada. El efecto de comer tarde varía mucho entre las personas y depende de su hora habitual de acostarse”, explicó el autor del estudio Jonathan C. Jun, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos.
Los investigadores estudiaron a 20 voluntarios sanos (10 hombres y 10 mujeres) para ver cómo metabolizaban la cena a las 10:00 p. m., en comparación con las 6:00 p. m. Todos los voluntarios se acostaron a las 11:00 p. m. Esto permitió descubrir que los niveles de azúcar en la sangre eran más altos y la cantidad de la grasa quemada ingerida fue menor con la cena posterior, incluso cuando se proporcionó la misma comida en los dos momentos diferentes.
“En promedio, el nivel máximo de glucosa después de la cena tardía fue aproximadamente un 18 por ciento más alto, y la cantidad de grasa quemada durante la noche disminuyó en aproximadamente un 10 por ciento en comparación con una cena más temprana. Los efectos que hemos visto en voluntarios sanos podrían ser más pronunciados en las personas con obesidad o diabetes, que ya tienen un metabolismo comprometido”, acotó el primer autor del estudio, Chenjuan Gu, de la Universidad Johns Hopkins.
Por consiguiente, comer a altas horas de noche no es lo más recomendable para una buena salud, ya que, al contribuir a la obesidad y aumento de la masa corporal, también incrementa el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y provoca problemas estomacales. Esto debido a que lo que se suele consumir en dichos horarios, además de ser difícil de digerir para el organismo, no aportan a nivel nutricional, y ese es el caso de la denominada “comida chatarra” como las hamburguesas, pizzas, perros calientes, entre otros.
Cifras reportadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que más de mil millones de personas en todo el mundo son obesas. De este número, al menos 650 millones son adultos, 340 millones adolescentes y 39 millones son niños.