¿Por qué la edad más “miserable” son los 40?
No importa el país ni el contexto, un nuevo estudio muestra que la crisis de la mediana edad es real y la infelicidad en el ser humano alcanza su punto máximo a cierta edad. Aquí la explicación.
El propósito máximo de la vida es ser feliz. Aunque para todos significa algo diferente, en general las personas están de acuerdo sobre cómo se sienten: estar satisfecho, de buen humor, sentir placer, entre otras emociones positivas. Sin embargo, el sentimiento no siempre es fácil de alcanzar y muchos se preguntan por qué hay ciertas etapas de la vida en las que se experimenta con más o menos intensidad.
Un nuevo estudio, publicado en el Journal of Economic Behavior & Organization, ofrece una explicación, e incluso sugiere que hay una edad específica en que las personas alcanzan el punto máximo de infelicidad: los 48 años.
Para llegar a esa conclusión el economista David Blancflower analizó datos de más de 500.000 personas de 145 países, entre los que están Europa, Asia, América del norte y del sur y África. Comparó sus indicadores de bienestar en temas como salud mental, interacciones y sentimientos sociales, bienestar físico y bienestar nacional (percepción sobre si la situación de su país era buena) y comprobó que ocurre lo mismo en todos: sin importar el dinero, el país o cualquier otro contexto, el bienestar tiene forma de U.
Eso quiere decir que, como muchos ya sospechaban, en los primeros años de vida los humanos alcanzan un punto de felicidad alto que va cayendo sistemáticamente hasta llegar a la mediana edad. Luego, a partir de los 50, la satisfacción empieza a florecer de nuevo.
Según Blancflower los datos son claros. En Europa y Estados Unidos, por ejemplo, la infelicidad alcanzó su punto máximo a finales de los cuarenta, específicamente a los 48 años. En su estudio los niños mostraron una infelicidad bastante baja que aumentó progresivamente hasta los 49. Pero luego de esa edad, la felicidad empezó a aumentar dejando claro que los adultos mayores son, en promedio, más felices que las personas que atraviesan los 40.
Lo mismo sucedió en América del sur, donde junto a los primeros, los factores que más influyeron en la infelicidad fueron las finanzas del individuo, el estado de la economía, la democracia y la eficacia de servicios públicos.
Una excepción fueron las regiones más pobres de África y el sur de Asia. Allí la evaluación de la felicidad fue más baja a lo largo de la vida que en el resto. Y si bien la tendencia a la U se repitió, atribuían la felicidad a otros temas: educación, estado civil y desempleo.
¿Pero cuál es la razón por la que a los 48 las personas se sienten más miserables? El autor del estudio dio tres sugerencias. Primero, podría obedecer a que tras superar los 50 la gente suele renunciar a cumplir sueños imposibles y empieza a conformarse con metas realistas. Eso sería útiles para reducir la infelicidad.
Por otro lado, podría obedecer a que en esta etapa las personas tienen más responsabilidades y atraviesan por situaciones más críticas. Por ejemplo, un divorcio, un despido o el hecho de tener que ver morir a los padres. A esto se suma la crianza de los hijos, que viene acompañada de incertidumbre y muchas veces conflictos en su adolescencia.
En tercer lugar, Blancflower plantea que podría ser un efecto contraste en el que las personas mayores ven cómo otros de su generación se enferman y mueren. Al verse bien de salud se sienten más agradecidos lo que reduce su infelicidad. En resumen, los 50 podría ser la edad en que las personas comienzan la reconciliación con la existencia y eso los pone de nuevo en la ruta de la felicidad.
Así las cosas, su estudio ratifica la “crisis de la mediana edad” como un fenómeno real y generalizado. “La trayectoria de esta curva a los 40 se ve en países donde el salario medio es alto y donde no lo es, y donde la gente tiende a vivir más tiempo y donde no”, dice Blancflower. Algo que no ocurre con la crisis de los 25 años, que muchos jóvenes dicen experimentar pero que en las investigaciones del experto no califican como una crisis generalizada.
Para Blancflower aunque el hallazgo pueda parecer superfluo, tiene implicaciones importantes. Muestra, por ejemplo, que vivir una crisis financiera como la de 2008 o como la actual pandemia, puede exacerbar las desventajas para las personas de 40 y 50 años. Serían ellos quienes tengan más problemas para recuperarse. "Se verán devastados por el impacto, tanto por la pérdida de empleo y la pérdida de ingresos, pero también por el duelo'', dijo recientemente.
Pero no todo es blanco o negro. Algunos cuestionan que la edad postulada por Blanchflower como la más infeliz responde a unos patrones de estilo de vida de los ‘baby boomers’ o como mucho de la Generación X, pero no a la vida que hoy llevan los millennials o las generaciones posteriores. Por eso es probable que la edad más funesta pueda mutar.