Vida Moderna
¿Por qué las personas se refugiaron en las redes sociales durante la pandemia?
Cada 30 de junio se celebra el Día Mundial de las Redes Sociales, grandes protagonistas de la emergencia sanitaria por la covid-19.
La pandemia por la covid-19 agudizó las problemáticas de salud mental, debido a que las personas experimentaron situaciones de incertidumbre asociadas al desconocimiento del alcance del virus, a la muerte de seres queridos y falta de contacto físico.
De acuerdo con las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el primer año de la pandemia la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25 %. Asimismo, de acuerdo con diversos estudios, los problemas de salud mental están relacionados con las noticias sobre covid-19 compartidas a través de las redes sociales y algunos medios de comunicación.
Además, cabe precisar que el uso de las redes sociales durante 2021 aumentó un 13 % respecto a 2020; es decir, hay un total de 4.200 millones de personas conectadas en las diferentes redes sociales, lo cual representa el 53,6 % de la población mundial, según el Informe Digital de Hootsuite y We Are Social.
Teniendo en cuenta este contexto y en el marco del Día Mundial de las Redes Sociales, que se celebra el 30 de junio de cada año, Elías Geney, doctor en Psicología y profesor de la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB), hace algunas apreciaciones sobre la salud mental luego del confinamiento por covid, y el refugio de las personas en estas plataformas digitales.
El papel de las redes sociales en tiempos de pandemia
Las redes sociales desempeñaron en todo el mundo un papel positivo, pero también negativo durante la pandemia y el fin del confinamiento. Por un lado, hubo quienes utilizaron estas plataformas para interactuar con amigos y familiares, acortando la distancia que impuso el confinamiento.
Por otro lado, algunas personas mantuvieron –y aún lo hacen– un consumo de mucha información errada a través de estos portales web, lo cual también generó incertidumbre y agudizó los problemas de salud mental.
“Las redes sociales han cambiado la forma en que los seres humanos se relacionan entre sí. Algunas veces con efectos muy positivos y en algunas ocasiones con efectos negativos. Ha acortado las distancias que anteriormente te impedían relacionarte, pues todo el tiempo las personas están interactuando, pero a la vez están consumiendo mucha información basura que no ayuda a resolver problemáticas reales”, comentó Geney,
Las limitaciones de las redes sociales
De acuerdo con el experto, las redes sociales tienen un límite al momento de la interacción, la socialización y el contacto, porque al principio de la pandemia estas y otras plataformas de comunicación sirvieron para que las personas pudieran apoyarse entre sí, e incluso para liberar tensiones y disminuir el riesgo de padecer trastornos de ansiedad y depresión.
Pero, pasado el tiempo, las personas empezaron a experimentar la necesidad de interactuar de manera más cercana e íntima, lo cual solo se puede hacer a través del contacto físico.
Las plataformas digitales como refugio
Es importante conocer por qué las redes sociales digitales son el refugio de muchas personas. Geney explica que las personas deben poseer tres habilidades para la vida: primero, conocerse a sí mismas; es decir, ser maduras, conscientes de sus capacidades y de sus limitaciones. Segundo, saber qué recursos tiene para afrontar las situaciones de tensión y estrés. Y tercero: fortalecer sus relaciones interpersonales.
“Pero cuando la persona carece de estas tres habilidades, encuentra refugio en este espacio que es relativamente seguro para ella”. Esto porque el ciberespacio permite a una persona expresarse libremente sin exponerse a muchos riesgos que deberían afrontar en un encuentro físico.
Según Geney, a estas personas se les recomienda no ceder el control de su vida a las realidades virtuales, sino establecer límites en los tiempos de uso para sus dispositivos móviles y redes sociales. “Deben establecer horarios cortos de conexión y utilizar el tiempo para hacer aquello que más les gusta, e incluso probar con rutinas diferentes que les ayuden a evitar el consumo masivo de información, que a fin de cuentas no les ayudará a mejorar su salud mental”, puntualizó.