¿Por qué los gatos amasan sobre algunas superficies?

Los gatos amasan, o hacen movimientos rítmicos con sus patas delanteras, sobre diferentes superficies por diversas razones. Aunque no hay una respuesta definitiva, existen varias teorías que intentan explicar este comportamiento:

• Instinto maternal: los gatitos recién nacidos amasan el vientre de su madre para estimular la producción de leche y facilitar la lactancia. Al crecer, algunos gatos mantienen este comportamiento como una forma de recordar y recrear el confort y la seguridad que experimentaron durante su infancia.

• Marcado territorial: los gatos tienen glándulas odoríferas en las almohadillas de sus patas. Amasar una superficie les permite dejar su olor y marcar territorio. Al hacerlo, están comunicando su presencia y dejando una señal familiar en su entorno.
• Relajación y comodidad: amasar puede ser un comportamiento relajante y reconfortante para los gatos. Al hacerlo, liberan endorfinas y se sienten más tranquilos y seguros. Muchos gatos amasan antes de acostarse, mientras se relajan o cuando se sienten cómodos en su entorno.
• Necesidad de ejercicio: amasar puede ser una forma de ejercicio ligero para los músculos y las articulaciones de los gatos. Al mover sus patas, pueden estirarse y mantener su agilidad.
• Hábito aprendido: algunos gatos pueden haber aprendido a amasar observando el comportamiento de otros gatos o incluso de los humanos. Si han recibido atención y caricias durante el amasado, es posible que continúen haciéndolo como una forma de buscar interacción y afecto.

En general, amasar es un comportamiento natural para los gatos y puede ser una expresión de diferentes necesidades y emociones. Es importante tener en cuenta que cada gato es único y puede tener sus propias razones individuales para amasar.

¿Cómo entender a un gato?

Entender a los gatos puede ser un desafío, ya que son animales con su propio conjunto de comportamientos y señales.

Sin embargo, algunas pautas generales que pueden ayudar a comprender mejor al gato son:

1. Observar el lenguaje corporal: prestar atención a la postura del gato, la posición de las orejas, la cola y los ojos. Estos son indicadores importantes de su estado de ánimo. Por ejemplo, una cola erguida y relajada suele ser una señal de felicidad, mientras que una cola erizada podría indicar agresión o miedo.

2. Escuchar los maullidos y ronroneos: los gatos utilizan diferentes tipos de vocalizaciones para comunicarse. Los maullidos pueden significar hambre, atención o incluso dolor. El ronroneo generalmente indica que el gato está contento y relajado, aunque también puede ser una señal de estrés en algunos casos.

3. Observar los patrones de comportamiento: los gatos son criaturas de hábitos. Por ello, hay que prestar atención a cuando el gato come, juega, duerme y busca atención. Esto ayudará a comprender sus necesidades y preferencias.

4. Respetar su espacio personal: los gatos son animales independientes y necesitan su propio espacio. No hay que forzarlos a interactuar si no están de humor. Es bueno aprender a reconocer las señales de que el gato quiere estar solo y hay que respetarlo.

5. Jugar y socializar con el gato: interactuar y jugar con el gato fortalece el vínculo entre el amo y la mascota. Proporcionar juguetes, rascadores y actividades enriquecedoras para mantenerlo estimulado mental y físicamente.

Razas de gato recomendadas para tener en casa

• Toyger: son inteligentes, sociables, tienen poco pelo, muy independientes y no requieren grandes cuidados.
• Gato himalayo: es una raza que se caracteriza por ser afectivos, obedientes y tranquilos. Sin embargo, no manejan muy bien el estrés, por lo que no son buenos con los niños u otros animales.

• American wirehair: son curiosos, se adaptan fácilmente a los niños y a los perros y poseen muy buena salud. Pueden vivir unos 18 años.
• Gato balinés: esta raza es amorosa e ideal para compartir el espacio con los niños y con otros animales. No obstante, es importante saber que maúlla bastante, por lo que puede resultar ruidoso.
• Angora turco: son amistosos y enérgicos, pero suelen escoger a una persona favorita a la que demuestran más afecto que a los demás.
• Gato birmano: estos gatos son amistosos, seguros de sí mismos y siguen a los humanos adonde vayan. Es importante tener en cuenta que su pelo demanda mucho cuidado, además de dejarlo esparcido por todo lado.

• Gato siamés: son amorosos, con mucha energía y son amigos de los niños y de los perros.
• Gato persa: este animal está ligado a la nobleza. El cuidado de su pelo demanda tiempo y dedicación y sus ojos también requieren cuidados importantes.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado en SEMANA.