SALUD
¿Por qué se agrietan los talones y cómo prevenir esta afección?
La piel de los pies es más gruesa y requiere de cuidados especiales para evitar alteraciones.
Tener talones agrietados es algo más común de lo que se cree. Se presentan por una alteración de la dermis debido a la falta de hidratación. Si no se trata de manera adecuada, esta afección puede volverse un problema más grave.
Este padecimiento suele presentarse cuando la piel que rodea los talones se reseca y recibe la presión del cuerpo sobre ella. En casos menores, este problema también puede indicar deficiencia de zinc y de ácidos grasos omega-3, indica una información de la revista Mejor con Salud.
Si bien la piel seca puede hallarse en cualquier parte del cuerpo, lo cierto es que los pies están más expuestos a enfrentar problemas de resequedad debido a diversos factores, entre ellos: enfermedades o tratamientos, los tipos de calzado, los hábitos de higiene y la alimentación, entre otros.
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Es posible que padecimientos metabólicos como la diabetes, afecten el estado de la piel debido a que disminuyen la humedad y provocan la deshidratación. Lo propio ocurre con pacientes que sufren problemas circulatorios, quienes deben prestar especial atención al cuidado de sus pies, ya que son más propensos a sufrir alteraciones en esta zona, precisa la citada fuente.
De otra parte, la piel se seca más en las zonas del pie que soportan mayor presión y por ello el calzado también influye. El tipo de suela, su amortiguación o el utilizar con frecuencia sandalias descubiertas por el talón tiende a aumentar la sequedad.
Otra de las razones que motivan que los talones se agrieten es el uso de calzado apretado, con costuras y de tacón porque se genera una máxima presión. Lo aconsejable es utilizar zapatos amplios, libres de costuras y sin exceso de tacón. Esto sumado a malos hábitos de higiene y una alimentación inadecuada fácilmente deriva en esta problemática.
Cuando el problema está muy avanzado provoca sangrado e indica que las capas internas de los tejidos están afectadas, por lo que la recomendación es no usar calzado ni medias y realizar una higiene adecuada que le permita a la piel recuperarse.
¿Cómo prevenir esta problemática?
- Es importante evitar darse baños muy calientes y prolongados, debido a que esto pone en riesgo los lípidos naturales de la piel y, por lo tanto, esta área se resecará en mayor medida.
- Utilizar jabones neutros y adecuados.
- Beber entre 1,5 o 2,5 litros de agua al día para mantener la piel hidratada.
- Es clave seleccionar cremas para pies de gran poder hidratante, ya que la piel de los talones y de los pies requiere de mayores niveles de hidratación y cuidados diferentes.
- Realizar una exfoliación frecuente con una piedra pómez o una lima en estas áreas de los pies.
- Es importante incluir en la dieta alimentos con un mayor índice de agua y sales minerales que ayudan a reponer líquidos. Es aconsejable optar siempre por frutas y verduras.
- Proteger los pies de la exposición al sol. Normalmente en temporada de frío las personas utilizan zapatos cerrados, pero en verano o en momentos de mucho calor tienden a usar otro tipo de calzado que expone los pies a la radiación ultravioleta, la cual provoca pérdida de hidratación.
- Evitar fumar. El tabaco reseca la piel, ya que la nicotina provoca una reducción del flujo sanguíneo y una falta de nutrientes y oxígeno en la misma.
Especialistas del instituto Mayo Clinic recomiendan no ignorar los talones agrietados y secos, puesto que con el paso del tiempo, es posible que se desarrollen fisuras más profundas, que aumentan el riesgo de infección. Si las medidas de autocuidado no ayudan, es importante consultar al médico para obtener un tratamiento que cure la afección.