Vida Moderna
¿Por qué se recomienda comer pescado para evitar enfermedades?
El pescado es uno de los alimentos más recomendados para prevenir enfermedades, principalmente aquellas relacionadas con las complicaciones cardiovasculares y cerebrales.
Al momento de hablar de alimentación saludable, uno de los productos que siempre aparece en las dietas es el pescado. ¿Cuáles son sus beneficios? esto explican los expertos, haciendo énfasis en sus beneficios para las personas enfermas.
Teniendo en cuenta el informe ‘Beneficios de comer pescado’ de la Universidad Nacional Autónoma de México, el pescado se destaca principalmente por su alto valor biológico y digestión fácil. Sumado a ello, es una gran fuente de minerales, tales como fósforo, potasio, sodio, calcio, cobalto, magnesio, hierro, yodo, flúor, zinc y vitaminas (A1, B1, B2, B12, D y E).
Por otro lado, este alimento cuenta con ácidos grasos necesarios para el cuerpo, tales como los poliinsaturados omega-3 conocidos como DHA y EPA. Su impacto radica en que son indispensables para el desarrollo del cerebro.
En ese orden de ideas, los expertos destacan que los principales beneficios son:
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- Desarrollar la agilidad mental y buena memoria.
- Fortalecer la salud cardiovascular.
- Proteger el cuerpo de enfermedades crónicas degenerativas.
- Favorecer el buen tono y desarrollo muscular.
- Mejorar el funcionamiento del sistema nervioso.
- Prevenir problemas en las encías.
- Fortalecer el sistema inmunológico.
- Mejorar el crecimiento y desarrollo de los menores de edad.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que existen dos tipos de pescado, distinguidos en azules y blancos. Si bien comparten beneficios, cuentan con diferencias a la hora de consumirlos.
Por el lado de los azules, ellos habitan cerca de la superficie de aguas frías, por lo que en su estructura cuentan con 8 % - 15 % de materia grasa. Su tono de piel tiende a ser azulado, la cola va en forma de flecha y las mejores opciones recomendadas por los expertos son: atún, aleta amarilla, sardina, salmón, jurel, carpa y trucha.
En cambio, los blancos habitan en el fondo marino, las cuales son aguas menos frías, generando así que su contenido grasoso sea menor (entre 1 a 3 %). A diferencia del grupo anterior, su carne es más digerible y aporta menos calorías. Con respecto a su piel, suele ser más plateada y blanca. Además, la cola es recta, plana o redondeada.
Las mejores opciones de pescado blanco son: mojarra, mero, merluza, huachinango, bacalao, róbalo y tilapia.
Cabe mencionar que antes de comprar cualquier pescado, es importante tener en cuenta que algunos contienen mercurio, un elemento que en cantidades excesivas termina siendo dañino. ¿Cómo se puede evitar eso? La mejor forma es no darles a los menores de diez años, debido a que los efectos del mercurio son más notables en ellos que en la población adulta.
Los pescados que suelen tener mercurio son: caballa, pez emperador, atún rojo, lucio, marlín, pez espada, aguja, tiburón y cazón. Para los adultos, la recomendación radica en regular el consumo de estos tipos, por el hecho que una alimentación balanceada no es perjudicial, pero excederse sí termina siendo contraproducente.
Como se mencionó anteriormente, las grasas insaturadas son una de las propiedades del pescado. Por lo tanto, este alimento contribuye en la mejoría de enfermedades leves. Clínica de Mayo apunta que contar con pescado en la dieta aporta en prevenir complicaciones de corte cardiovascular y cerebral.
Los pequeños peces, como la sardina, que se consumen con todo y su esqueleto, son una fuente de calcio, fósforo y potasio. En conjunto, los nutrientes ayudan al fortalecimiento de los huesos, la contracción de los músculos, la transmisión del impulso nervioso y en la coagulación de la sangre.