¿Por qué tomar mucha agua puede ser perjudicial para la salud?
Tomar agua puede ayudar a subir las defensas. | Foto: Getty Images

Salud

¿Por qué tomar mucha agua puede ser perjudicial para la salud?

Los expertos afirman la importancia de tener este aspecto en cuenta.

20 de agosto de 2021

El agua es uno de los elementos más esenciales para la supervivencia del organismo de los seres humanos, aunque sobre la cantidad que se debe consumir existen varios puntos de vista, pues cada cuerpo se comporta de una manera diferente.

La creencia popular dice que son alrededor de dos litros diarios los que se deben consumir, teniendo cuidado de no excederse, pero ¿por qué beber agua en exceso es malo?

Para muchas personas, tiende a ser bastante complejo seguir la recomendación de los dos litros diarios, pero existen técnicas para cumplir el objetivo, como la “regla de 8x8”, que consiste en beber ocho vasos de agua que contengan unos 240 ml cada uno.

De acuerdo con el libro Nutrition for Good Health (Nutrición para una buena salud) publicado en 1974, de los nutricionistas Margaret McWilliams y Frederick Stare, la recomendación para un adulto promedio era consumir entre seis y ocho vasos de agua al día.

No obstante, otros estudios científicos dicen que no se debe forzar el cuerpo a beber ni siquiera los dos litros, sino que se debe consumir según pida el cuerpo lo vaya pidiendo, pues durante el día no se consume exclusivamente agua: en alimentos, frutas y verduras también está presente el líquido.

Los expertos resaltan que entre los beneficios de beber agua están: aliviar la fatiga, evitar el dolor de cabeza y las migrañas, ayudar en la digestión y evitar el estreñimiento, ayudar a mantener la belleza de la piel, regular la temperatura del cuerpo, reducir el riesgo de cáncer, mejorar el sistema inmunológico y reducir el riesgo de problemas cardíacos.

Por el contrario, si se supera el consumo de agua adecuado, puede resultar muy perjudicial para el cuerpo humano, pues se puede generar una dilución de sodio en la sangre, lo que puede llevar a una inflamación del cerebro y en los pulmones, así como a problemas cardíacos.

Lo anterior significa que beber mucha agua genera un descenso súbito de los niveles de sodio, por lo que las sales se disuelven en mayor cantidad de líquido, este penetra en las células y aumentan su tamaño.

Ante tal situación, el cuerpo empezará a tener problemas para expulsar el agua sobrante y, por lo tanto, el sistema urinario retendrá mucho más líquido del habitual.