Poros abiertos en el rostro, así podrá cerrarlos con hielo

Los poros son orificios pequeños que están en la dermis y su función es eliminar la transpiración. Sin embargo, cuando en estos hay más secreciones sebáceas de lo normal, los poros tienden a abrirse.

Por tal razón, el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de belleza, que existen varios tratamientos naturales que ayudan a minimizar los poros abiertos y el más recomendado es el hielo, ya que por su efecto frío le brinda a la piel propiedades como activar la circulación sanguínea.

Además, tiene beneficios refrigerantes los cuales son ideales para evitar las acumulaciones de grasa y otras impurezas. También tiene propiedades antiacné, ya que el frío ayuda a desinflamar los granos que aparecen en el rostro. Asimismo, ayuda a eliminar células muertas y otras impurezas.

En consecuencia, para que el hielo surta efecto lo primero que hay que hacer es limpiar el rostro, después hay que realizar una exfoliación para eliminar las células muertas. En seguida, se deberá aplicar el hielo en el rostro, pero es importante que el contacto no sea directo, sino que el hielo este envuelto en una toalla. Posteriormente, realice movimientos circulares. Por último, cuando haya pasado el hielo por todo el rostro, es importante aplicar un tónico facial para completar con el proceso y que los poros se puedan cerrar adecuadamente.

Sin embargo, según el portal existen otras recetas caseras como, por ejemplo, una mascarilla de clara de huevo y solo se deben batir hasta conseguir una espuma la cual se debe aplicar en rostro por media hora y finalmente, se debe enjuagar con agua tibia.

Otra mascarilla es la de miel y se deben mezclar media taza de miel, dos cucharadas de bicarbonato de sodio y el zumo de un limón. En seguida, se debe aplicar por todo el rostro dejándola actuar 10 minutos y se debe retirar con agua fría.

Sobre la misma línea, el portal recomendó realizar una mascarilla de aloe vera y para prepararla se deben mezclar una cucharada de gel de aloe vera con el jugo de una naranja. Después, se debe aplicar en el rostro por 20 minutos para finalmente retirarla con agua fría.

Por su parte, tenga presente que la piel tiene varios cuidados específicos para que esta luzca brillante y saludable. En consecuencia, las recomendaciones son:

1. Utilizar productos adecuados, pues en muchas oportunidades la publicidad que se le realizan a los productos de belleza suele ser tentadora, pero no siempre los productos son los ideales para todo tipo de piel y hay que saber cuál es el tipo de piel de cada persona.

2. Tener constancia, ya que la gran mayoría de personas cuando inician un tratamiento físico, fácil o corporal quieren ver resultados rápidos y al no obtenerlos abandonan el tratamiento y la única forma de ver resultados es siendo constantes.

3. Realizar limpieza facial, ya que es una práctica que pocas personas realizan, pero es necesaria para el cuidado de la piel, ya que con esto se eliminan impurezas del rostro y este proceso se debe realizar en las mañanas y en las noches. Además, es importante utilizar una toalla que sea de uso exclusivo para el rostro.

4. Hidratarse, pues el agua mejora la salud de la piel y hace verla mas hidratada y reluciente. No obstante, el consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres y también depende de las actividades que se realicen día a día como, por ejemplo, si la persona hace ejercicio debe consumir más agua para cubrir la pérdida de líquidos.

5. Exfoliarse, ya que este proceso es vital para mantener los poros limpios.

6. Usar protección solar, pues la luz solar es una causa importante del envejecimiento de la piel. Por esa razón los expertos recomiendan que las personas que diariamente se exponen al sol deberían usar protector solar los 365 días del año, sobre todo durante los periodos de verano, pero también es importante proteger a la piel fuera del verano.

7. Seguir el orden adecuado de los productos, pues en la cosmética esto sí afecta el resultado. En general, los productos más ligeros van primero. Por ejemplo, se inicia con la limpieza, después va el tónico, el contorno de ojos, el sérum, la crema hidratante, la protección solar y, por último, el maquillaje.