Vida Moderna
Potente jugo de fruta que ayuda a tratar el hígado graso de forma natural
Esta enfermedad se da producto de una acumulación de grasa en las células del hígado, provocando inflamaciones.
Uno de los órganos más grandes e indispensables para la vida del ser humano es el hígado, ya que cumple funciones importantes, según el blog de la organización Stanford childrens, de regular las sustancias químicas de la sangre, razón por la que se le atribuye la creación de nutrientes para el organismo.
De hecho, el sistema de atención médica más grande del área de la bahía de San Francisco, en Estados Unidos, comparte que son diversas las funcionalidades del hígado, pero vale la pena destacar tres: equilibra la producción de glucosa, resiste “a las infecciones mediante la producción de factores de inmunidad y elimina ciertas bacterias del torrente sanguíneo”, y depura los fármacos y otras sustancias tóxicas, etc.
De ahí su importancia para mantenerlo en buenas condiciones. Sin embargo, una de las causas más frecuentes de la enfermedad hepática crónica es el hígado graso, una afección que surge por la acumulación de grasa en las células de este órgano, provocando procesos inflamatorios. Aunque es normal tener una pequeña cantidad de esta sustancia en las células, se considera grave cuando se llega a más del 5 % de grasa, según el magacín especializado en salud, Healthline.
El hígado graso (no por consumo de alcohol) es la enfermedad hepática más frecuente en el mundo, y la causa principal de la enfermedad crónica de este órgano, que padece el 30 % de la población general.
Tendencias
Por lo que, según el portal Mundo Deportivo, “mantener un hígado limpio es fundamental para favorecer todas sus funciones y evitar la aparición de anomalías como la inflamación hepática, el hígado graso, cirrosis o congestión hepática”.
La causa de la enfermedad podría deberse a la obesidad y un estilo de vida poco saludable, así como la inactividad física. Además, según los especialistas de la Clínica Mayo, se puede convertir en una enfermedad hepática más seria, hasta llegar al trasplante de hígado, a la cirrosis e, incluso, al cáncer. Por ende, es importante la ingesta diaria de frutas y verduras que permitan limpiar y desintoxicar el hígado, así como el consumo de una buena cantidad de agua para mantener una buena hidratación.
Jugos de fruta para tratar el hígado graso de forma natural
Jugo de papaya y limón
La papaya tiene mucho que aportar al hígado, ya que sus enzimas como la papaína y quimopapaína, además de su gran cantidad de fibra, favorecen el buen funcionamiento de este órgano y ayudan a mantenerlo limpio.
Ingredientes
- ½ papaya.
- ½ limón (el zumo).
- 200 ml de agua (puede ser agua de tamarindo).
Preparación
- Pelar la papaya y cortar en trozos.
- Depositar la papaya picada en la licuadora y agregar el resto de los ingredientes.
- Mezclar hasta lograr una preparación homogénea y sin grumos.
- Si se desea, también se puede agregar media cucharada de miel y cuatro hojas de menta, antes de mezclar.
Naranja y limón
Los componentes de los cítricos como los polifenoles, flavonoles, carbohidratos y aminoácidos han demostrado su alta potencia contra la producción de citoquinas inflamatorias y podrían tener un efecto positivo sobre las disfunciones hepáticas.
Recomendaciones
- Beber medio jugo de limón con un vaso de agua por las mañanas.
- Luego, a media mañana, tomar una naranja exprimida con un vaso de agua tibia.
Melón y menta
La menta es una planta medicinal muy utilizada para tratar problemas digestivos, ya que tiene sustancias amargas que ayudan a revitalizar la salud del hígado y de la vesícula, aliviando síntomas como mareos y la hinchazón abdominal, según el portal especializado en salud, Tua Saúde.
Además, el consumo regular de jugo de melón, junto con una dieta saludable, favorece a la limpieza hepática y podría prevenir el hígado graso.
Ingredientes
- ¼ de melón.
- Un puñado de menta.
Preparación
- Añadir los ingredientes en la licuadora y batir hasta obtener una mezcla homogénea y con pequeños trozos de menta.
- Si es necesario, añadir un poco de agua para que el jugo quede un poco más líquido.
- Por último, beber el jugo recién preparado.