Vida Moderna
Prediabetes: cómo controlarla para que el nivel de glucosa sanguínea vuelva a la normalidad
Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser un riesgo para la salud.
La prediabetes es una afección grave en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero todavía no han llegado a niveles lo suficientemente altos para que se diagnostique diabetes tipo 2, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que, en general, la prediabetes ocurre cuando su cuerpo tiene un problema con la insulina y un problema con la insulina puede ser:
- Resistencia a la insulina: Afección en la cual el cuerpo no puede usar bien la insulina, haciendo más difícil a las células obtener la glucosa de la sangre y esto puede hacer que los niveles de azúcar en la sangre suban.
- El cuerpo no puede producir suficiente insulina para mantener sus niveles de azúcar en la sangre a un nivel adecuado
Adicional, indicó que la prediabetes es más común en personas que:
- Tienen sobrepeso u obesidad.
- Tienen 45 años o más.
- Tienen un padre, hermano o hermana con diabetes.
- Son afroamericanos, nativos de Alaska, indios americanos, asiáticos americanos, hispanos / latinos, nativos de Hawái o isleños del Pacífico estadounidense.
- No son físicamente activos.
- Tienen problemas de salud como presión arterial alta y colesterol alto.
- Han tenido diabetes gestacional (diabetes en el embarazo).
- Tienen antecedentes de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.
- Tienen síndrome metabólico.
- Tienen síndrome de ovario poliquístico.
Dicho lo anterior, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que un estilo de vida saludable puede ayudarte a prevenir la prediabetes y su progresión a diabetes tipo 2, aunque tengas antecedentes familiares de diabetes y estos incluyen los siguientes:
- Tener una alimentación saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y hay que consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
- Mantenerse activo: Hacer actividad física con regularidad significa caminar rápidamente o hacer una actividad similar durante por lo menos 150 minutos a la semana y eso equivale a solamente 30 minutos al día, cinco días a la semana.
- Perder el exceso de peso: Bajar un poco de peso significa bajar entre el 5 y el 7 % del peso corporal cuando se tiene sobrepeso.
- Controlar la presión arterial: las personas son más propensas a tener la presión arterial alta a medida que envejecen, pues los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad y cuando esto sucede, la presión arterial se eleva y la hipertensión aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura.
- Controlar los niveles de colesterol: es importante tener niveles adecuados de colesterol, ya que si están elevados se puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
- No fumar: Los CDC explicaron que las personas que fuman tienen más probabilidades (entre 30 % y 40 %) de presentar diabetes tipo 2 que aquellas que no fuman, ya que el tabaquismo es una de las causas de la diabetes tipo 2, pues la nicotina aumenta los niveles de azúcar en la sangre y los hace más difíciles de manejar.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que se debe hacer es consultar a un experto de la salud, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.