Salud
Presión arterial alta: la dieta que ayuda a regular los niveles, según estudios
Una alimentación saludable es fundamental para evitar complicaciones en el estado de salud, especialmente relacionados con la presión arterial.
La hipertensión se caracteriza por ser silenciosa, es decir, que no suele provocar síntomas en las personas. Por eso, se recomienda realizar chequeos médicos periódicamente para revisar los rangos de presión arterial.
Hay algunas formas o hábitos que ayudan, como complemento, a disminuir la hipertensión y también a evitarla, aunque en caso de obtener un diagnóstico de esta enfermedad es recomendable seguir rigurosamente las instrucciones brindadas por el doctor que sigue el caso.
La presión arterial aumenta cuando el corazón transporta la sangre por medio de sus latidos, en un proceso llamado presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja y se conoce como presión diastólica, Según explica el portal de salud y medicina de la biblioteca de Estados Unidos, MedlinePlus.
Por su parte, la dieta DASH fue creada con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes diagnosticados con presión arterial elevado o hipertensión, priorizando el consumo de alimentos que contengan elevadas cantidades de potasio, magnesio y calcio, además se consumen productos con un bajo contenido de sodio.
Tendencias
La alimentación como parte de hábitos saludables de vida es determinante para evitar el desarrollo de estos padecimientos y una de las dietas más recomendada por los expertos es la DASH, que es la sigla de Dietary Approaches to Stop Hypertension.
Según la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) es aconsejable que se consuman suficientes: granos integrales, vegetales, proteína magra y frutas.
Por otro lado, la dieta DASH pide limitar otros alimentos ricos en grasas saturadas, como las carnes grasas y el aceite de palma, bebidas azucaradas, alimentos azucarados, como los caramelos y la gelatina, y el consumo de alcohol, según el portal Healthline.
Por su parte, y según la publicación, el azúcar puede aumentar la presión arterial de varias maneras, ya que el endulzante, especialmente en las bebidas azucaradas, contribuye al aumento de peso en adultos y niños, así como la mayoría de las salsas de tomate enlatadas, las salsas para pasta y los jugos de tomate tienen un alto contenido de sodio.
Esta dieta prioriza el consumo de alimentos en su estado natural y desplaza los productos ultraprocesados que se camuflan con frecuencia en la dieta de toda persona.
Se debe incluir un alto contenido de frutas y verduras. Las primeras pueden estar presentes en el desayuno y las dos meriendas del día (mañana y tarde) y la verdura tanto en el almuerzo como en la cena. Es recomendable acompañar los alimentos con agua y eliminar las bebidas cargadas de azúcar como gaseosas y jugos industrializados y consumir únicamente productos lácteos bajos en grasa.
Aunque la hipertensión es una afección que puede ser hereditaria, muchas personas la sufren por los insanos hábitos que practican día tras día. Por ejemplo, los detonantes de tener la presión arterial alta pueden ser el consumo de una dieta alimenticia poco saludable y mantener una vida sedentaria.
Pese a que la hipertensión no tiene síntomas, algunas veces se pueden presentar algunas señales como dolores de cabeza persistentes y fuertes, visión borrosa o cambios en la visión, dificultad para respirar Zumbido en los oídos, fatiga o debilidad, mareos o vértigo e incluso sangrado nasal.
Es recomendable consumir vegetales entre cuatro y cinco porciones al día, una porción equivale a una taza de vegetales de hoja verde crudos o 1/2 taza de vegetales crudos o cocidos cortados, o 1/2 taza de jugo de vegetales.
Se trata de una dieta que incluye alimentos con un alto contenido de potasio, calcio y magnesio, nutrientes que ayudan a controlar la presión arterial.
Esta alimentación le proporciona al cuerpo todos los nutrientes que requiere y, de acuerdo con los expertos, es segura tanto para adultos como para niños. Es baja en grasas saturadas y alta en fibra, un estilo de alimentación que es recomendable para toda persona.
Por último, debido a que uno de sus principales lineamientos es el bajo consumo de sodio, este plan de alimentos también favorece la salud de los riñones, pues previene la formación de cálculos renales.