VIDA MODERNA
Presión arterial alta: la hierba aromática que ayuda a controlar los niveles
Esta planta se puede consumir en infusión.
El orégano es una planta de color verde oliva de origen mediterráneo, que tiene varios beneficios para la salud. Uno de ellos es que posee un ingrediente activo conocido como carvacrol que podría ayudar a disminuir la presión arterial alta. Adicionalmente, contiene potasio, el cual también ayudaría en el control de la hipertensión.
Adicionalmente, puede ser un condimento para reducir el consumo de sal, algo que es clave para los pacientes hipertensos. El orégano podría condimentar y generar un sabor que desplace al del cloruro de sodio. Por otro lado, sus propiedades pueden ayudar a reducir el colesterol malo o LDL y aumentar la concentración del HDL o bueno. Esto contribuye a la protección cardiovascular.
De acuerdo con el portal Mejor con Salud, el orégano también se ingiere para los trastornos del tracto respiratorio como la tos, el asma, las alergias y la bronquitis. Se toma también para los trastornos estomacales, tales como la acidez, la hinchazón y los parásitos.
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Aunque en la mayoría de adultos sanos su consumo no supone un problema, según Mejor con Salud, debe evitarse en caso de embarazo y lactancia.
Además, el orégano podría también producir una reacción en aquellas personas que tienen alergia a las plantas de la familia Lamiaceae, que incluyen la albahaca, el hisopo, la lavanda, la mejorana, la menta y la salvia.
Recomendaciones ante la hipertensión
1. Reducir el exceso de peso y cuidar la cintura: bajar de peso es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial. Además, tener mucho peso alrededor de la cintura puede hacer que corra un mayor riesgo de padecer presión arterial alta.
2. Realizar ejercicio regularmente: la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar mínimo 30 minutos de caminata moderada. Lo vital es que tenga un gasto energético. Si tiene la presión arterial alta, el ejercicio puede ayudar a evitar que se transforme en hipertensión. Si ya tiene hipertensión, la actividad física regular puede reducir la presión arterial a niveles más seguros.
3. Llevar una dieta saludable: la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. Por tal razón, es importante consultar a un experto para que lo guíe.
4. Disminuir el consumo de sodio: el efecto del consumo de sodio en la presión arterial varía entre un grupo de personas y otro. En general, limita el sodio a 2.300 mg por día o menos. Pero un consumo más bajo de sodio (1.500 mg/día o menos) es ideal para la mayoría de los adultos.
5. Limitar la cantidad de alcohol que se consume: esto también puede reducir la eficacia de los medicamentos para la presión arterial.
6. Dejar de fumar: eliminar este hábito puede reducir el riesgo de una enfermedad cardiaca y mejorar la salud en general. Las personas que dejan de fumar pueden vivir más tiempo que aquellas que nunca lo hacen, según la entidad sin ánimo de lucro.
7. Consumir menos cafeína: es posible que las personas que beben café con regularidad presenten un efecto leve o nulo en la presión arterial.
8. Bajarle al estrés: este factor puede contribuir a una presión arterial alta si la reacción al estrés es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.