Vida Moderna
Presión arterial: cinco vitaminas que ayudan a controlarla
Para diagnosticar la hipertensión no se requiere un análisis de laboratorio o estudios por imágenes.
De acuerdo con la descripción de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la presión arterial es la fuerza con que la sangre empuja contras las paredes de las arterias durante el proceso de circulación.
Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las arterias. Entonces, a mayor intensidad en los latidos, mayor presión arterial (a esto de le llama presión sistólica). Por el contrario, cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial es más baja (presión diastólica).
Para la lectura de la presión arterial se usan dos números, una para la presión sistólica y otro para la diastólica. Ahora, para diagnosticar problemas de presión es fundamental atender a esos valores mediante chequeos regulares con un especialista médico.
- Presión arterial normal: sistólica menor de 120 y diastólica menor de 80.
- Presión arterial alta (sin otros factores de riesgo cardíaco): sistólica de 140 o mayor y diastólica de 90 o mayor.
- Presión arterial alta (con otros factores de riesgo cardíaco): sistólica de 130 o mayor y diastólica de 80 o mayor.
- Presión arterial peligrosamente alta: sistólica de 180 o mayor y diastólica de 120 o mayor.
Respecto a las causas de la hipertensión, existen varios factores que pueden afectar la presión arterial. Por ejemplo:
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- La cantidad de agua y de sal presentes en el cuerpo.
- El estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos.
- Los niveles hormonales.
Para controlar la presión arterial se deben seguir diferentes costumbres saludables y una de ellas es consumir algunas vitaminas en especial que recomienda el portal La Vida Lucida:
1. Vitamina B. “La ingesta diaria de ácido fólico o vitamina B9 durante al menos 6 semanas reduce la presión arterial en algunas personas con hipertensión que no están tomando otros medicamentos para tratarla”, indica la plataforma.
2. Vitamina C. Este nutriente ayuda a eliminar las grasas dañinas del torrente sanguíneo y por esto reduce los niveles altos de presión arterial.
3. Vitamina D. “Las investigaciones muestran que las personas con presión arterial alta pueden tener niveles más bajos de vitamina D que las personas sin la afección. Los estudios también muestran que los niveles más altos de vitamina D en la sangre pueden ayudar a proteger contra la presión arterial alta”, explica el portal.
4. Vitamina E. Por ser un nutriente liposoluble la vitamina E actúa como antioxidante para ayudar a proteger las células del daño de los radicales libres.
5. Magnesio. “El magnesio es un mineral fundamental para muchas funciones corporales, incluida la regulación de la presión arterial. Los estudios muestran que los suplementos de magnesio pueden ayudar a reducir la presión arterial al aumentar la producción de óxido nítrico”, concluye la plataforma.
El jugo que ayuda a mantener estable la presión arterial: así se prepara
El consumo de jugo de remolacha puede ser un gran aliado para reducir la presión arterial, mejorando así la salud del corazón, debido a sus nitratos y vitamina C. Estas dos combinaciones se convierte en la fórmula perfecta para mejorar el flujo sanguíneo en el cuerpo.
Preparación:
- Cortar y pelar la remolacha.
- Poner los trozos en el vaso de la licuadora.
- Agregar el zumo de los dos limones y dos tazas de agua (de acuerdo a la cantidad deseada).
- Licuar los ingredientes hasta que se compacte todo.
- Poner el líquido en un colador para evitar grumos.
- Endulzar con un poco de azúcar o estevia al gusto.
El blog Molsa en su sección de salud y cuidado personal menciona las propiedades y beneficios del consumo de remolacha. La manera más frecuente de involucrar esta hortaliza en el plan de alimentación es en ensaladas; aunque hoy en día, se ha hecho puesto de moda consumirlo en hummus, que es realizar una especie de crema con determinado producto.