Vida moderna
Prevención del deterioro cognitivo: estos son los factores de riesgo que se deben conocer
Es importante tener hábitos saludables para disminuir graves afectaciones en el rendimiento cognitivo.
A medida que el ser humano envejece, sus órganos también lo hacen. Por eso, con el tiempo se empiezan a notar diferentes cambios en la piel, como arrugas; en el movimiento, dificultad para caminar, y en diferentes funciones del cuerpo.
Otra de las señales más comunes de la vejez es el deterioro cognitivo leve. Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, este “es un estadio intermedio entre el deterioro cognitivo esperado debido al envejecimiento normal y el deterioro más grave de la demencia. Se caracteriza por problemas de memoria, lenguaje, pensamiento o juicio”.
Esto puede observarse cotidianamente cuando se olvida el último lugar donde se dejó algún objeto, no recordar las actividades que se hicieron recientemente u olvidar el nombre de alguien que fue presentado horas antes.
En algunas personas, el deterioro cognitivo puede aumentar más debido a enfermedades subyacentes; en otras, puede empeorar levemente, y en pocos casos puede mejorar.
Factores de riesgo
Aunque el deterioro cognitivo leve es normal debido al envejecimiento existen algunos factores que pueden incrementar el desarrollo de este. Mayo Clinic los señala:
- Edad avanzada.
- Tener alguna forma del gen APOE e4, el cual está asociado al alzhéimer.
- Diabetes.
- Tabaquismo.
- Presión arterial alta.
- Colesterol elevado.
- Obesidad.
- Depresión.
- Falta de actividad física.
- Nivel educativo bajo.
- Participación poco frecuente en actividades mental o socialmente estimulantes.
Prevención
Aunque el deterioro cognitivo no se puede evitar, debido a que es parte del envejecimiento natural, existen algunos hábitos de vida que ayudan a disminuir su riesgo. Sanitas, entidad de salud, los explica:
- Alimentación equilibrada: tener una dieta balanceada es importante para mantener un buen estado de salud. Sanitas destaca los beneficios del aceite de oliva y de otros alimentos nutritivos como las anchoas, uvas pasas y frutos secos. Estos pueden incluirse como acompañamiento de las comidas principales o como meriendas durante el día.
- Evitar los malos hábitos: se debe reducir el consumo alcohol y tabaco. Diversos estudios han demostrado que ambas acciones afectan la actividad cognitiva.
- Riesgo cardiovascular: si se tiene alguna enfermedad o condición médica especial es fundamental seguir las instrucciones del tratamiento para evitar mayores complicaciones. Igualmente, realizar revisiones periódicamente para prevenir el deterioro cognitivo. Sanitas puntualiza en que enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto aumentan el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, el cual puede afectar el rendimiento cognitivo.
- Actividad física: mantenerse activo físicamente, incorporando el ejercicio a la rutina diaria, por ejemplo con un paseo de media o una hora, no solo ayuda a mantener un buen estado de forma física, un peso adecuado y la autonomía personal, sino que favorece la salud cardiovascular y ayuda a prevenir accidentes cerebrales, capaces de inducir el deterioro cognitivo.
- Actividad física: el ejercicio es una buena herramienta para evitar la monotonía y disminuye el riesgo de caer en la soledad y la depresión. La actividad física “permite integrar en el ocio el ejercicio físico, la actividad intelectual, mantener la capacidad de aprendizaje, etc. Todo ello favorece la creación de nuevas conexiones neuronales o, en todo caso, a mantenerlas activas”, menciona Sanitas.
- Pasatiempos: tener un hobbie o una actividad para hacer en el tiempo libre es una gran herramienta para mantener la actividad cerebral activa y un buen rendimiento cognitivo. Algunas de las aficiones pueden ser la lectura, música, baile, etc.
- Juegos: así como es importante el ejercicio físico, también lo es el ejercicio mental. Se recomienda realizar retos, juegos o videojuegos de estrategia para evitar el deterioro cognitivo.
- Evitar las preocupaciones: diversas investigaciones han mostrado que las personas mayores que evitan el estrés y la ansiedad tienen un mejor rendimiento cognitivo.